En el contrato principal estaba claro que la cláusula para no dar anticipo no se negociaba; sin embargo, la nicolaita aceptó otorgar 9.5 millones de pesos debido a ‘la situación actual del estado y del país’.
Morelia, Michoacán, a 5 de noviembre de 2019.- A cuatro meses de que venciera el plazo para que la Clínica Universitaria de Medicina Familiar quedara concluída, la UMSNH y la empresa Const & Abaco S.A. de C.V. -encargada de las obras- firmaron un convenio en el que la empresa solicitó un adelanto del pago para la compra de materiales de construcción.
La renegociación promovida por la empresa Const & Abaco S.A. de C.V., quien ganó la licitación pública, indica que este punto de innegociable se eliminó para que la universidad otorgara más de 9.5 millones de pesos para la compra de materiales de construcción.
Entre las causales, se atribuyó a la situación económica nacional y el incremento de los insumos necesarios para la obra, y para efecto de no tener afectaciones en la entrega se solicitó un cambio en el “contrato principal” para obtener los 9.5 millones de pesos.
Estas modificaciones, de acuerdo con la adenda contractual, no representarían un incremento o disminución en el monto o plazo pactado en el contrato principal. Es decir, la obra tendría que estar en octubre del año pasado. Hasta hoy día, no está terminada la obra en Ciudad Universitaria.
“El contratista, tomando en consideración la situación económica por la que atraviesa el estado de Michoacán y el país en general, refiere que el monto de los costos se ha elevado considerablemente con respecto a lo propuesto originalmente en el proceso de licitación que desembocó en celebración del contrato principal”, se refiere en el apartado tercero del convenio.
El gobernador Silvano Aureoles Conejo durante la colocación de la primera piedra de la clínica en Ciudad Universitaria se comprometió a que estaría muy al pendiente para que el inmueble operara en tiempo y forma. Dijo que no quería que la obra se quedara como tantos “elefantes blancos” que le dejaron los gobiernos anteriores.
“Le voy a pedir aquí al señor secretario de Salud que trabaje de cerca con usted (rector) para que todo lo que requiera este proyecto de la Clínica Universitaria se atienda y que en 10 meses o a más tardar 12, es decir, un año, no solamente nos acordemos de la primera piedra, sino estemos cortando el listón inaugural. ¿Están de acuerdo? Abuelita, mi’ja. Ese es el asunto. Tenemos que terminarla y entregarla. Me dará mucho gusto que estos que estamos aquí, y otros, seamos testigos, (…) que podamos entregarla y cerremos este ciclo que hacemos referencia”, apuntó Aureoles Conejo en esa mañana soleada del 23 de febrero de 2018.
Clínica ‘de avanzada’… demora
El entonces rector de la casa de estudios, Medardo Serna, celebró la unión de todos los ámbitos de gobierno para poder llevar a cabo este tipo de obras.
“Ha sido muy bien llevada a cabo desde su diseño conjuntamente con el IMSS, va a ser una clínica con 10 consultorios, entre otras características, y va a cumplir prácticamente todos los requerimiento de avanzada. Así que estamos mostrando con este proyecto que las grandes alianzas en torno a necesidades comunes siempre nos traen beneficios. Tenemos la alianza y el apoyo de nuestros diputados federales, del gobierno del estado, por supuesto, y también del IMSS”, explicó el entonces rector Medardo Serna González.
Entregaron sin chistar 9.5 millones
En el documento de renegociación, la Universidad Michoacana aceptó la entrega a la empresa Const & Abaco SA de CV de 9 millones 506 mil 75 pesos con 78 centavos. Esta cantidad corresponde al 20 por ciento de la obra con todo e Impuesto al Valor Agregado (IVA) para que la empresa pudiera adquirir los materiales y equipos de instalación permanente necesarios para la construcción y habilitación de la Clínica Universitaria de Medicina Familiar.
El documento fue firmado por tres funcionarios universitarios el 28 de junio de 2018. El entonces director de Obras de la UMSNH, Raúl Coria Tinoco, en calidad de representante del Rector; José Apolinar Cortés, secretario administrativo de la nicolaita, como testigo; y Adolfo Ramos Álvarez, tesorero de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, también en calidad de testigo.
Este convenio, sin embargo, podría tener serias irregularidades.