por Claudio Méndez
El pasado siete de marzo de este año sucedió una tragedia artística, cultural, social e identitaria. La iglesia de Santiago Apóstol de la comunidad purépecha de Nurío, en el municipio de Paracho, fue consumida por el fuego y su artesonado reducido a cenizas. La pérdida que esto significa para el patrimonio cultural de Michoacán, de todo México, resulta incalculable.
La iglesia del Santo Patrono de la comunidad indígena de Nurío data del siglo XVI. Tan solo este hecho la identificaría como un tesoro novohispano. Pero este recinto, destinado al culto católico, es mucho más que eso. Para empezar, es considerado parte de nuestro Patrimonio Cultural Nacional. La cubierta de media artesa avenerada y el coro de arco rebajado con sus pinturas, y el retablo de estilo churrigueresco eran una herencia artística y religiosa. La cual llenó de orgullo a la comunidad toda, durante casi cinco siglos.
Pero además, la identidad misma de la comunidad purépecha de Nurío también se hizo cenizas, pues se reflejaba en su iglesia. En la cual se testificaba la armonía que tiene la existencia misma. Así lo expresaban las bellísimas pinturas del Cielo Historiado, que más que decorar, dotaban de vida sublime al sotocoro del recinto. Con sus excelsas imágenes de arcángeles, ángeles, potestades, tronos, querubines y demás cohorte celestial, representada sobre madera ensamblada, dorada y policromada.
Los artesonados historiados de Michoacán
Son varias las iglesias dentro de nuestro Estado que se caracterizan por lucir estos artesonados historiados, como los llamó el maestro Manuel González Galván (qepd). Además de Nurio, cuya capilla de la Inmaculada Concepción es también un tesoro de esta estirpe, pueden encontrarse artesonados policromados en iglesias de Angahuan, Tupátaro, Huiramangaro, Cocucho, Naranja, Uruapan, Huáncito, San Lorenzo, Zacán, Pomacuarán, Corupo, Sevina, Charapan, Tanaquillo y Quinceo.
A través de estos artesones, el arte mudéjar nos comunica la historia sagrada o pasajes didácticos, dejando honda huella en nuestro Estado, el cual rebosa de arte y cultura por los cuatro costados. Ante semejante tragedia desatada por las llamas incontroladas, el Gobierno de Michoacán no podría quedarse con los brazos cruzados. Y por supuesto, no lo hace.
Se reconstruirá la iglesia de Santiago Apóstol de Nurío
De esta forma, el pasado dieciocho de marzo, tan solo once días después del siniestro, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Gobierno del Estado de Michoacán anunciamos que se reconstruirá la iglesia de Santiago Apóstol de Nurío. Y por supuesto, la comunidad purépecha de la localidad participará activamente en los trabajos. No puede ser de otra forma, siendo como es de vital importancia este recinto para los habitantes del lugar.
Sólo se está a la espera de los resultados del peritaje que realiza la aseguradora. Y es que un tesoro multidimensional como lo es la iglesia de Santiago Apóstol de Nurío, tenía que estar asegurado. Así lo dispone y hace efectivo el Instituto Nacional de Antropología e Historia, para con todo aquello catalogado como Patrimonio Cultural Nacional de México.
El Cielo Historiado de la iglesia de Santiago Apóstol de la comunidad purépecha de Nurío renacerá. Las sublimes imágenes que lo decoran subyacen en la memoria de quienes han tenido el privilegio de mirarlas. Y volverán a la vida como el Ave Fénix, porque tanto significado siempre vuelve de las cenizas.
La Escritura Tangible de la Memoria