La causa es el Rey de la política

El primer paso para la compasión es darse cuenta de la necesidad de otra persona. Todo comienza con el siempre acto de atención.

Daniel Goleman

De manera frecuente se pueden ver publicaciones en redes sociales de algunos políticos entregando desde tinacos, láminas, cemento, fertilizante y hasta zapatos escolares. En algunos casos están precedidos de anuncios tales como: La próxima semana tendremos la tradicional venta de mochilas escolares a bajo costo. Con esta forma de hacer política, no se logra entender si los políticos buscan dedicarse a las ventas o si realmente creen que este tipo de acciones son el mecanismo correcto para posicionarse, intentando demostrar a la sociedad su empatía.

Al evaluar correctamente este tipo de acciones nos podemos dar cuenta que, la clase política ha perdido su capacidad para entender el concepto de solidaridad, el bien común y su habilidad para ponerse en el lugar de las personas, de alguna forma se han vuelto lejanos a las necesidades de la población, aparentemente sin la sensibilidad para entender las demandas cotidianas.

En este sentido se hace necesario identificar algunas de las prácticas que nos han llevado a esta decadencia en la que se encuentra la clase política, iniciando por las clásicas prácticas antidemocráticas como la compra del voto o la entrega de despensas en los sectores más vulnerables de la población, aprovechándose de las necesidades, prefiriendo esto a verse en la necesidad de tener que asumir compromisos reales con la sociedad y desarrollar propuestas o posicionar temas que permitan impulsar a la población.

Pareciera el momento preciso de desaprender todo lo que por años les han enseñado a los políticos, mostrarles que la ruta utilizada para acceder o mantener el poder, basada en la entrega de dádivas, sólo ha logrado encarecer las elecciones, la perdida de la confianza de los ciudadanos, o la disminución en la participación en las elecciones, para ello uno de los mecanismos diseñados para fortalecer la imagen, el posicionamiento y la credibilidad de los políticos, fue diseñado en 90s por Tom Peters, en su artículo de la revista Fast Company, titulado “La marca llamada tu” donde se proponía el uso de la Marca Personal, donde se propone trabajar en la identificación de las fortalezas, habilidades, pasiones, capacidades y valores del políticos, identificando con esto, las propuestas de valor alineadas a la experiencia, las pasiones y valores de la persona.

No es casualidad que empresas como BBC o FORBES a la hora de elaborar y publicar las listas de las personas más sobresalientes, más poderosas o más inspiradoras e influyentes del mundo, son aquellas que han entregado su vida a atender causas sociales en beneficio de la sociedad, teniendo como ejemplo a mujeres como la mexicana Marcelina Bautista, quien desde hace 21 años se ha dado a la tarea de  luchar por los derechos de las trabajadoras del hogar para garantizar sus derechos como el salario justo y licencia por enfermedad, lo que la ha posicionado a nivel mundial con este tipo de reconocimientos y de ninguna manera aparecen en estas listas personas que regalan o venden despensas. Por ello nos podemos dar cuenta que a nuestra clase política le urge renovarse, entender lo que representa, logrando con ello congruencia necesaria que se refleje en la atención de las causas, basado en su experiencia y valores, permitiendo con ello un mejor posicionamiento, mayor empatía y poder contribuir verdaderamente al desarrollo de la sociedad, pasando de la penosa necesidad de tener que vender a bajo costo a resaltar su trabajo a través de causas y valores.