Estamos iniciando un año nuevo y con ello también nuevos propósitos para una vida más saludable, lo que implica seguramente el auto compromiso de reducir tallas, porque el año pasado, particularmente el último mes, quizá abusamos de las delicias de la gastronomía local.
Aquí te compartimos una gran propuesta alimenticia, que además de deliciosa, es saludable y muy propicia para incentivar la convivencia, se trata de la dieta mediterránea. Al respecto, la Asociación Mexicana de Diabetes nos habla de muchos beneficios que trae a la salud.
Incluso la UNESCO ha reconocido el valor de esta dieta y está considerada como patrimonio inmaterial de la humanidad, dado su valor nutrimental, pero también porque la dieta mediterránea comprende un conjunto de conocimientos, competencias prácticas, rituales, tradiciones y símbolos relacionados con los cultivos y cosechas agrícolas, la pesca y la cría de animales, y también con la forma de conservar, transformar, cocinar, compartir y consumir los alimentos.
El acto de comer juntos es uno de los fundamentos de la identidad y continuidad culturales de las comunidades de la cuenca del Mediterráneo
Los beneficios de la dieta mediterránea son:
· Disminuye la presión arterial
· Disminuye el riesgo de enfermedades crónicas
· Mayor longevidad y calidad de vida
· Mejora la sensibilidad a la insulina
· Disminuye niveles de colesterol total e inflamación
· Disminuye los niveles de triglicéridos
· Mejora el tránsito intestinal
De acuerdo con la Asociación, el concepto de Dieta Mediterránea se popularizó a mediados del siglo pasado como consecuencia del “Estudio de los Siete Países” ( EE. UU, Japón, , Finlandia, Holanda, la antigua Yugoslavia, Italia y Grecia), el cual permitió definir los componentes de la dieta entre esos países y mostraron numerosos beneficios para la salud.
Los beneficios se atribuyen a compuestos bioactivos (antioxidantes, fibra, fitoesteroles, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos omega 3 y probióticos), obtenidos de la variedad de alimentos que ofrece esta dieta, los cuales ejercen efectos sinérgicos y una menor incidencia de enfermedades crónicas.
Un estilo de vida mediterráneo está asociado a una baja ingesta de carnes rojas y un alto consumo de frutas, verduras, leguminosas, aceite de oliva, frutos secos y pescado, acompañados de porciones adecuadas de vino tinto, disfrutando socialmente en un ambiente tranquilo y relajado, junto a la práctica de actividad física regular y una correcta hidratación de acuerdo a las necesidades de cada persona.
Algunas Recetas
Ensalada de frijoles con aguacate y quinoa
Ingredientes
½ taza de frijol cocido
Caldo de pollo
1 pizca de cebollín
Pimienta al gusto
1 pizca de sal
1 cda. de aceite de oliva
¼ de aguacate
1 cda de jugo de limón
1 ramita de cilantro
½ taza de quinoa
1 jitomate
Preparación
- Combina la quinoa y el caldo de pollo en una olla, lleva a ebullición, baja el fuego, tapa y cocina por 15 minutos.
- Pasa la quinoa a un recipiente y deja enfriar.
- Agrega los frijoles, el jitomate, el cebollín, el jugo de limón, el aguacate y el aceite de oliva y revuélvelos.
- Sazona con sal y pimienta.
- Decora con el cilantro.
Ensalada de verdolaga con garbanzo
3 cucharadas de jugo de limón
1/2 cucharadita de consomé de pollo
6 cucharadas de aceite de oliva
1 pepinillo en rebanadas delgadas
1/2 taza de jitomates cherry partidos en cuartos
4 tazas de verdolagas
4 tazas de verdolagas t
1/4 de cebolla morada en tiras delgadas
3/4 taza de queso doblecrema desmoronado
1 1/3 tazas de garbanzos cocidos
- Mezcla el jugo de limón con el consomé de pollo; agrega el aceite de oliva y salpimienta.
- En un tazón grande mezcla el resto de los ingredientes; añade el aderezo, salpimienta y llévalo a la mesa.