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Por Mario Hernández

La consolidación del proyecto Va Por México, que tiene en la alianza PRI-PAN-PRD su
expresión política más visible, tendrá en los comicios del 6 de junio su prueba de fuego. Si
aglutinando a la clase empresarial, partidos políticos, medios de comunicación, Iglesia y
demás poderes facticos no pueden vencer al partido del Presidente Andrés Manuel López
Obrador, sus esperanzas de derrotarlo en la consulta del próximo año y en las elecciones
del 2024 se diluyen casi por completo.

La presión que ha generado la cúpula empresarial a candidatos y partidos para que se
comprometan con sus proyectos cuando sean gobierno, ha puesto de manifiesto la debilidad
ideológica y estructural de los institutos políticos que decidieron plegarse ante las
exigencias de un grupo de empresarios, sin brindar ninguna explicación a su militancia.

En la reunión sostenida el pasado 18 de mayo entre las cabezas visibles del proyecto Va Por
México
, Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, con un sector de la clase empresarial
michoacana, en apoyo al candidato del PRI-PAN-PRD, fue palpable la preocupación porque
Morena y el Presidente López Obrador mantengan el respaldo ciudadano en los próximos años. Y
pidió un mayor compromiso para frenar a la 4T: “Ya no estamos para tibiezas”, dijo
González. Las palabras ofrecidas por el empresario michoacano, Agustín Arriaga Díez, hijo
del ex gobernador priísta que encabezó la represión estudiantil en la Universidad
Michoacana en 1966, sonaron como aquella expresión del Tigre Azcárraga: “somos los
soldados del PRI y del Presidente”. Sólo que en esta ocasión, del presidente de la Coparmex.

Por ello es probable que si la alianza PRI-PAN-PRD pierde las próximas elecciones se registre
un cisma al interior de sus estructuras, para intentar retomar el rumbo ideológico y las
diferencias que los distinguían. El año pasado, la Comisión de Prerrogativas y Partidos
Políticos del INE daba cuenta de la desbandada registrada en los padrones de militantes de
dichos partidos, que muestra la crisis en la que se encuentran: más del 75 por ciento en el
PRI y PRD. En el caso del partido del Sol Azteca todavía es más grave su situación. Ya que es
probable que después de los comicios del 6 de junio termine por desaparecer. Ya en 2019
perdió el registro en 10 Estados del país, en donde no alcanzó ni el 3 por ciento de la
votación. O pase a convertirse en el partido cortesano del PRI y del PAN.

Hoy los panistas apoyan al PRI, al partido de Carlos Salinas, de Humberto Moreira, de Javier
Duarte, de César Duarte, de Mario Villanueva, de Tomás Yarrington, de Eugenio Hernández,
de Fidel Herrera, de Roberto Borge. Y los priístas al PAN de Luis Armando Reinoso, Guillermo
Padrés y Francisco García Cabeza de Vaca. Es entendible si recordamos que entre ambos
suman casi 20 ex gobernadores que se encuentran presos, están siendo procesados o están
prófugos.

Crimen organizado: El gran ausente… En los discursos

Aunque la inseguridad es el principal problema de la entidad, ninguno de los candidatos al
gobierno de Michoacán ha expresado con claridad y firmeza su proyecto para enfrentar al
crimen organizado. Salvo algunas alusiones muy generales, solo el abanderado del PES,
Hipólito Mora, fue quien advirtió que si se mantiene la presencia de los cárteles no podrá
haber desarrollo ni tranquilidad en Michoacán.

¿Semanas de declinaciones?

Conforme se acerca el día de la jornada electoral aumentan los rumores y especulaciones
sobre posibles declinaciones. Quizá sólo dos podrían impactar el resultado si se mantiene
cerrada la contienda: la del candidato del PVEM, Juan Antonio Magaña y del priísta
Guillermo Valencia.

¿Aplanadora morenista?

En la semana circuló el resultado de una encuesta elaborada por Consulta Mitofsky, que le da
el triunfo a Morena en 16 distritos locales. Así, 4 los ganaría la alianza PRI-PAN-PRD, 2 estarían
en empate técnico y 2 no fueron incluidos. Si fuera así, no cuadrarían eso del empate
técnico entre los candidatos al Solio de Ocampo.

Cierran filas en Morena