La misma persona que comenzó a promocionar el supuesto día más triste del año, Cliff Arnall, decidió más tarde hacer lo propio con el más feliz. De hecho, ambos días fueron inventados casi a la vez, en 2005. El Yellow Day no es un día de la semana concreto, pues se celebra el 20 de junio, caiga cuando caiga.
Arnall utilizó una fórmula matemática que incluye factores como el clima, las horas de luz solar, las vacaciones y la motivación para determinar el día más feliz del año.
Después de realizar diversos cálculos, llegó a la conclusión de que el tercer viernes de junio era el día más propicio para la felicidad.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el Yellow Day ha evolucionado y se celebra ahora el 20 de junio, independientemente del día de la semana.
Algunas de las variables que se tomaron en cuenta son:
- Más horas de luz: Al aumentar las horas de luz solar (una media de 15 horas de luz al día) se genera una reducción de la melatonina, regulando los ritmos circadianos y del sueño, por ello las personas suelen tener la percepción de contar con más horas durante el día, realizar más actividades y tener más energía.
- Aumento de la temperatura: La temperatura promedio durante junio ronda entre los 20 y 21 grados Celsius, consideradas como temperaturas cálidas y agradables, aunque, como hemos visto, el calor ha sido más intenso en los últimos años.
- Vacaciones: El verano es una temporada donde las personas suelen tomarse unos días para vacacionar y relajarse.
Así, el origen del Yellow Day guarda una relación muy cercana con el clima que nos ofrece el verano y el tiempo de ocio o vacaciones. A esto se suma que el color amarillo es asociado a la felicidad, el optimismo, la diversión, creatividad e inteligencia.
Fuentes: Forbes / La verdad / Hiertextual