Vía crucis undécima estación

XI. UNDÉCIMA ESTACIÓN:

“Fue conducido como cordero al sacrificio, sin poner ninguna resistencia”

Por: Pbro. Gregorio López Gerónimo “Padre Goyo”

 

Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.

 

RAMON ARROYO BUENAVIDA: El Señor Ramón, en compañía de su familia, apenas en mayo había llegado de Phoenix, Arizona; a la comunidad de Los Charcos, municipio de Buenavista, Tomatlán, Mich., su lugar de origen, para trabajar la parcela de limón, herencia paterna.

 

Para su mala suerte, sobre esa misma propiedad tenía interés del jefe del grupo delincuencial de Pinzándaro, que contaba con charola del Procurador de Justicia, por ser buenos amigos. Así que el delincuente mandó a tres de sus sicarios al poblado de Los Charcos, a fin de exigirle a Ramón el título de propiedad o quitárselo a la fuerza, si se negaba (método común y bien aprendido de los dos carteles para los que había trabajado ese criminal, antes de “arrepentirse” y ponerse la camiseta de autodefensa).

 

Era el sábado 14 de junio del 2014 a las 7:00 pm cuando llegaba el comando armado al domicilio. Encontraron a don Ramón afuera de su casa y sin más, abrieron fuego contra su persona. No obstante que lo hirieron en una pierna, logró refugiarse dentro del inmueble con su familia, convirtiéndose en un infierno los siguientes 10 minutos de disparos incesantes, mientras pedía apoyo a la Policía Federal, mencionando nombre y apellido de los criminales que estaban disparando.

 

Finalmente, este papá de 32 años de edad, fue acribillado a mansalva y al descubrir junto a él a su hijo único, Pablo Jonathan Arroyo Alvarado, de apenas 12 años, lo hincaron y le dieron el tiro de gracia, siendo “conducido como cordero al sacrificio, sin poner ninguna resistencia”.

 

De este horrendo crimen se hizo la denuncia correspondiente en tiempo y forma, aportando ante la Procuraduría todas pruebas necesarias y aun así los malhechores nunca fueron detenidos, ni siquiera se giró un orden de aprehensión. Para colmo del cinismo, estos delincuentes siguen cobrando cuota y extorsionando en las 80 colonias de Apatzingán, a cambio de ser los anfitriones del actual gobierno, en las llamadas “reuniones de seguridad” de Cenobio Moreno; mientras la viuda y las 3 pequeñas niñas huérfanas han tenido que huir, dejando atrás a sus deudos y todos sus bienes para cruzar el desierto de Arizona, en busca de un refugio y seguridad para sus vidas, pero sin perder jamás la fe en que Dios un día les hará justicia.