Desde que comenzó la humanidad, hace aproximadamente 280 mil años, hasta la fecha, en la Tierra han vivido 100.8 billones de personas, 14 veces más que la población presente calculada en 8 mil millones, mientras que la actual generación representa cerca de 7 por ciento del total de homo sapiens que han vivido en el planeta. El gran problema es que en los últimos dos siglos se ha generado más daño al ambiente que en todos los tiempos de nuestra especie.
El exrector de la Universidad Nacional, José Sarukhán Kermez, expresó lo anterior y alertó que las intensas olas de calor, la falta de acceso al agua y problemas climáticos extremos que enfrentamos hoy, son una visión del ambiente y planeta en el que vivirán nuestros hijos y nietos.
Si no tomamos la responsabilidad de generar soluciones a futuro, seremos responsables de las dificultades que enfrenten las siguientes generaciones, destacó en su charla “Environmental Technologies or Environmental Ethics?”, ofrecida en la 54 edición del Congreso de la Asociación de Investigación de Diseño Ambiental (EDRA54, por sus siglas en inglés), organizado por la Facultad de Psicología (FP).
Debido que a tenemos la capacidad de darnos cuenta de lo que nos rodea tenemos la responsabilidad de revisar las acciones, las situaciones que se viven en el planeta y resolver las situaciones que la humanidad generó, crear escenarios donde no solo un grupo de personas tenga acceso a lo que se necesita, sino que todos tengan la oportunidad de realizar más cosas y acceder a un mejor futuro.
Éticamente, estimó el coautor de “El cambio climático: causas, efectos y soluciones” (Sarukhán, Julia Carabias y Mario Molina, 2010), el principal problema que tenemos es de comportamiento, cómo abordamos los retos ambientales actuales: a partir del ecocentrismo, donde somos una de las especies que viven en este planeta, que tenemos primos primates; o de la visión antropocéntrica donde somos el punto máximo de la evolución, con la autoridad de usar todo y abusar de todo.
Ante la directora de la FP, María Elena Medina-Mora Icaza, y representantes de EDRA, reunidos en el auditorio Raoul Fournier Villada de la Facultad de Medicina, el investigador emérito del Instituto de Ecología de la UNAM destacó que la crisis ambiental es un problema creado por la humanidad y debe ser resuelto, igualmente, por la humanidad.
“Muchos dirán: no podemos hacerlo, pero creo que si no se hace algo lo que vamos a tener es el dominio de unas cuántas élites que tienen todo el poder económico, el acceso a los medios e influencian lo que se dicen o se hace, y vamos a acabar con una población pequeña y privilegiada manejando el resto de la humanidad, algo que va completamente contra natura”, enfatizó el autor de “Las Musas de Darwin”.
En este contexto, el fundador y exdirector de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad precisó que las naciones en desarrollo no se han dado por vencidas para trabajar en favor del ambiente, sino que se han dado como dominadas por los intereses económicos, por lo que es difícil que actúen de otra manera.
Es significativo, estimó el doctor en Ecología, la respuesta que hubo de todos los países para llamar a la sociedad mundial e informar sobre la COVID-19, se dijo claramente qué es lo que hay qué hacer y lo que no se debe, pero esto no se muestra en acciones para encarar la emergencia climática que tenemos.
“Los problemas de calor de hoy son una muestra de lo que las siguientes generaciones van a vivir, yo no estaré por mucho tiempo en este planeta, pero sí mis hijos y sus hijos, y me digo: bueno, en qué tipo de sociedad mundial van a estar viviendo ellos”, reflexionó Sarukhán Kermez.
Esto ha ocasionado que los cambios en ecosistemas, debido al cambio climático, sean irreversibles en la escala humana, por lo que el ecólogo insistió en considerar el impacto que tienen estos elementos en la vida de las personas y las futuras generaciones, toda vez que se calcula que en 2050 existirán 1.2 billones de refugiados climáticos: enfrentarán clima extremo, aumento del nivel del mar y daño en los ecosistemas que atentan contra la vida.
Asimismo, el ganador del Premio Campeones de la Tierra 2016, que otorga el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, enfatizó que es muy importante que la sociedad se informe de lo que está pasando, que lo entienda, cambie su comportamiento individual, lo mismo que la familia y los amigos; es decir, generar actitudes y acciones favorables para el ambiente.