El tiroteo durante un desfile para celebrar el 4 de julio en un suburbio de Chicago, EE.UU. dejó un saldo de seis personas muertas, entre ellas una mexicana, y 30 heridos, reportó la policía.
El presunto responsable, actualmente bajo custodia, compró su arma legalmente y “planeó el ataque durante semanas”, antes de disparar más de 70 veces contra la multitud desde un techo, dijeron autoridades locales.
Eric Rinehart, fiscal de Lake County, le dijo a la prensa que el sospechoso está acusado del asesinato en primer grado de siete personas entre otra “docena de cargos”. Además, el sospecho comparecerá en un tribunal donde se indagará cómo obtuvo las armas usadas el 4 de julio.
Tras los hechos, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris visitó Higland Park.