La secretaria de Finanzas del Partido Verde Ecologista se convirtió en su propia jefa.
Un contrato publicado a través de transparencia indica que la secretaria de Finanzas del Partido Verde Ecologista de México en Michoacán, Brenda Alipio, se “autocontrató” en un procedimiento inusual y considerado como “absurdo”.
En el documento aparece su firma y nombre completo en un lado y otro de la última hoja.
Un contrato de trabajo evidentemente asegura que ambas partes cumplan con los acuerdos emitidos en el documento. En el caso de este contrato aparecen las declaraciones como representante del PVEM y también como prestador de servicios para el instituto político.
Brenda Alipio es su propia jefa y dentro del PVEM de Michoacán sólo tiene que atender indicaciones de ella misma.
Es la ‘jefa de jefas’
Brenda Alipio se asignó un salario de 40 mil pesos al mes. Es la funcionaria que tiene mejor sueldo en el Partido Verde en el estado, incluso por encima que el propio dirigente estatal, Ernesto Núñez, quien tiene un salario de 28 mil 600 pesos al mes.
Todos los contratos laborales del PVEM en el estado de Michoacán están firmados por Brenda Alipio, quien también tiene otros encargos en el Gobierno del estado.
‘Es un absurdo’
Expertos politólogos aseguran que un contrato firmado es un total absurdo.
“Obviamente, es un absurdo, pero en México la política es así, absurda, y obviamente existen muchos vacíos legales en cuanto a la calidad de la membresía y sus actividades de los que antes llamábamos militantes colaboradores, de aquellos que cobran algún dinero por prestar servicios al partido político y que a su vez son militantes, porque hay que recordar que los partidos políticos pueden contratar servicios externos profesionales o de cualquier otra índole”, explica Doctor Edgar Ortiz Arellano, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y socio presidente de Bismarek Consultoría SC.
El especialista asevera que se trata de un caso de burocracia en donde se resuelven los asuntos de manera ridícula para entregar cuentas.
“Este es un claro ejemplo de burocracias partidistas que se apropian del recurso público y que además cubren de manera formal pero prácticamente con lo mínimo los requisitos que la ley y que las autoridades electorales y de fiscalización pudiesen tratar de imponerles a los partidos políticos.
“En este caso, al parecer, la secretaria de Finanzas es a su vez militante, es decir, participa de los ideales del partido y simpatiza con el partido y, a su vez, también presta un servicio como secretaria de Finanzas, y tuvo que hacer un contacto donde se estableciera los sueldos que recibe”, expone Edgar Ortiz Arellano.
En entrevista con Alternauta.MX, asegura que los cargos de secretaria de Finanzas son muy importantes para la operación del partido, pero en este contrato autoasignado se nota que el dirigente estatal quiso quedar de lado por completo.
“Quizás también el presidente del partido evitó a todas luces manejar recursos económicos y por eso simplemente dejó la firma de la secretaria de Finanzas. Quizás por eso también tiene mayor sueldo. Cabe señalar que los secretarios de finanzas, para efectos de la autoridad electoral, ellos son los responsables de las comprobaciones de saldo ante la autoridad electoral”, expone el politólogo consultado.
El catedrático de la UNAM afirma que este tipo de procedimientos se originan cuando a los partidos se les da “margen de maniobra” para que puedan ejercer el gasto de las prerrogativas que reciben.
“El segundo tema de fondo es realmente qué están haciendo los partidos políticos con los recursos públicos. ¿En qué se los están gastando? ¿Se los están gastando en burocracia partidista? ¿Se los están gastando en fomentar la democracia? ¿Están gastando en consolidarse como instituciones de interés público o instituciones que representan el interés de la ciudadanía? Esto es un claro ejemplo de burocracias partidistas que se apropian del recurso público y que además cubren de manera formal, pero prácticamente con lo mínimo, los requisitos que la ley y que las autoridades electorales y de fiscalización pudiesen tratar de imponerles a los partidos políticos”, explica el especialista.
Sin bases ni estructura
El socio de Bismarek Consultoría SC cuestiona que en los contratos del Partido Verde en Michoacán se asoma que carece de estructura formal para sostener algunos cargos y por eso contrata a profesionales.
Los contratos signados por la plantilla del PVEM en Michoacán tienen una cláusula que indica que los funcionarios pueden tener otros empleos.
“PRI, PAN, Morena, fácilmente podrían poner algún secretario de Finanzas que surja de sus propias filas de militantes. En este caso, esta cláusula nos está indicando que probablemente muchos de los funcionarios partidistas, así les voy a llamar entre comillas, que son miembros del Comité Directivo Estatal o incluso del Comité Ejecutivo Nacional, que efectivamente ni siquiera son militantes sino son profesionales de una actividad en particular, en este caso, de actividades contables, financieras, presupuestales, entonces por eso ponen esa cláusula, para evitar que el Verde Ecologista les pudiera recriminar alguna situación por irse a trabajar a otro partido”, explica.
Esta cláusula también deja ver que la militancia del Verde Ecologista no tiene un compromiso ideológico con la organización poítica.
“En términos de derechos laborales, suena muy bien, pero en términos de la política y de la militancia partidista que debería de existir en todos los partidos independientemente de los porcentajes de votación que obtengan, son realmente lamentables porque entonces no estamos hablando de que son políticos con ideología o políticos profesionales, sino que simplemente son prestadores de servicios que se pueden mover de un partido a otro sin mayor escrúpulo”, explica Edgar Ortiz Arellano,
Partidos como el Verde Ecologista han dejado de lado la creación de militancia, pese a que tienen un tema central, que es la protección de los derechos ambientales, algo que está permeando cada vez más en la preocupación de los ciudadanos.
“Hay poco desarrollo institucional, un poco desarrollo de capacidades de su propia militancia. Si se pregunta al PAN, al PRD, al PRD, a Morena, cuántos miembros de esos partidos pudieran ser secretarios de Finanzas, obviamente sobrarían las manos, por la gente que hay, pero estos partidos, como el Verde Ecologista, se han evitado a toda costa desarrollar estructuras formales y militancia formal porque eso implica costo, y pareciera que la política para ellos es simplemente negocio. Es como cualquier otro negocio”, explica.
Esto se suma a una serie de escándalos que el PVEM ha provocado, como cuando estuvo en riesgo su registro por contratar a youtubers o cuando la diputada Margarita López fue acusada de agredir a trabajadoras del Congreso.