Luego de las declaraciones en las que exigió la renuncia del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, el párroco Gregorio López Gerónimo escribió un decálogo de los narcopolíticos en la Tierra Caliente de Michoacán.
La reacción del sacerdote se da a unos días de la muerte de Hipólito Mora, uno de los fundadores del movimiento de las autodefensas en esa región del estado.
En la zona operan grupos criminales como Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana, además de que se resiente la incursión del Cártel Jalisco Nueva Generación, que busca apoderarse de esa zona productora.
Este es el decálogo publicado por la organización del Padre Goyo.
1. Afirmar que en Apatzingán todo está bajo control, pero bajo el control del grupo delincuencial, dueño de la plaza.
2. El discurso político afirma que todos se sienten seguros en las calles, pero se refiere los sicarios, que se mueven bajo el cobijo del ejército y guardia nacional.
3. El Gobierno federal anuncia a los pobres de tiempos del cambio, pero los miles de desplazados nunca imaginaron que iban a cambiar, pero de país.
4. La 4T si ha sido una TRANSFORMACIÓN RADICAL para los expulsados de sus ranchos, pues pasaron de terratenientes a ser indigentes.
5. Los “abrazos no balazos”, ha sido el mejor abono para hacer germinar la
delincuencia organizada en todo el país.
6. Se defienden los derechos humanos de quien decidió vivir fuera de la ley,
atendiendo a los victimarios, pero no a las víctimas.
7. Se pide a las familias que regresen a su lugar de origen, cuando sus
hogares fueron ultrajados y cercenados por las balas de los delincuentes.
8. El lema de los narcoalcaldes de Tierra Caliente es que “si quieres gobernar, con la delincuencia debes pactar” y así lo han hecho en 72 de 113 municipios.
9. Quien juramentó cumplir la ley y hacerla cumplir y más aún proclamó que se le demandara si no cumplía con ese mandato, hoy es el responsable de la debacle social y parte del problema y no de la solución social.
- Quien fuera elegido para ser el vigilante y defensor de la paz social y la integridad de todo ciudadano, hoy es el sicario y el mismo jefe de plaz, quien percibe jugosas ganancias por cada desplazado y desaparecido.