El pasado 8 de diciembre se realizó el proceso electoral extraordinario de Irimbo, resultando como ganadora, la candidata del PRD, Azucena Ruiz Alanís, mejor conocida en la localidad como Susy Ruiz.
Este proceso que se deriva del ordinario del 2 de junio anterior, pintaba a tener resultados cerrados y ser una final cardiaca entre la candidata del PRD y el candidato de la alianza PRI-PAN, Fernando Palomino, quien el pasado 2 de junio logró 3 mil 270 votos, frente a los 3 mil 149 votos que obtuvo Ruiz; sin embargo la sorpresa fue que el pasado domingo Ruiz le dio la vuelta al PRI con una ventaja de 760 votos, haciendo que esta diferencia fuese irreversible.
Y es que en este último proceso la perredista alcanzó 3 mil 083 votos frente a los 2 mil 323 votos que logró Palomino, es decir, que bajo la coordinación de campaña del dirigente del PRI, Guillermo Valencia, el tricolor se desplomó, porque con su “ayuda” no logró conservar la votación con que contó meses atrás el candidato, dejando una diferencia irreversible.
Así las cosas, el lunes 9 de diciembre, el candidato del PRI, quien también es el alcalde de Irimbo y buscaba la reelección, apareció en un video en sus redes sociales para reconocer que los resulados no favorecieron al PRI, mostrando madurez política y agradeciendo a quienes votaron por él.
Mientras esto ocurría, trascendía la molestía de la base priista de la región, quienes no daban crédito a una derrota tan abrumadora, pues el 2 de junio Palomino por sí mismo logró mayor simpatía y aquí es donde toma mucha relevancia el dicho: “No me ayudes compadre” porque explica lo que pasó en Irimbo.
Después a modo de justificar los errores de campaña y la incapacidad para conquistar el voto ciudadano, el dirigente priista salió publicamente a buscar culpables, en vez de reconocer su responsabilidad en la derrota del municipio.
Es así como el PRI dejará de gobernar en Irimbo en las siguientes semanas. Ya ven como ayuda mucho el que no estorba.
