Por Octavio Ocampo Córdova
La migración internacional es uno de los grandes temas de nuestro tiempo. Actualmente, hay más personas que nunca viviendo fuera de su país de origen. De hecho, según datos de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA) de las Naciones Unidas, en 2024 había alrededor de 304 millones de migrantes internacionales en el mundo, casi el doble de los que había en 1990.
Muchas personas migran con la esperanza de encontrar un mejor trabajo, acceder a oportunidades educativas o reencontrarse con sus seres queridos; mientras que otras salen de su país por la violencia, los conflictos armados o por violaciones a sus derechos humanos, y cada vez con mayor frecuencia, hay quienes se ven forzados a desplazarse por razones climáticas.
Aunque las personas migrantes representan menos del 4 % de la población mundial, su impacto ha sido tan profundo que la migración se ha convertido en uno de los temas centrales en la política global. En países como Estados Unidos y Europa, este fenómeno ocupa un lugar prioritario en la agenda pública, provocando debates intensos, opiniones divididas y decisiones que influyen directamente en el destino de sus gobiernos.
Y no es para menos, Estados Unidos es el país que más inmigrantes alberga en todo el planeta. Según cifras del Pew Research Center, en 2023 había 47.8 millones de personas nacidas en el extranjero viviendo allí. Tan solo en ese año llegaron 1.6 millones más, lo que representó el mayor crecimiento anual registrado desde el año 2000. Para darnos una idea del cambio, en 1970 la población inmigrante en Estados Unidos era apenas una quinta parte de lo que es hoy.
Con base en información del mismo Pew Research Center, México sigue siendo el principal país de origen de quienes migran a Estados Unidos. No obstante, desde 2007 el flujo migratorio desde nuestro país ha disminuido y también ha bajado el número total de mexicanos viviendo allá. En 2010, los mexicanos representaban el 29 % de todos los inmigrantes en ese país; para 2022, la cifra había bajado al 23 %. Después de México, los grupos más numerosos provienen de India, China y Filipinas.
Michoacán, por su parte, ha sido históricamente uno de los principales estados expulsores de migrantes hacia Estados Unidos. Desde hace décadas, muchas familias de municipios como Morelia, Uruapan, Zamora, Ciudad Hidalgo, La Piedad, Puruándiro, Tarímbaro, Lázaro Cárdenas, Apatzingán y Pátzcuaro han cruzado la frontera en busca de un mejor futuro.
Hasta ahora sabemos que alrededor de 4.5 millones de personas de origen michoacano viven en Estados Unidos, principalmente en los estados de California, Florida, Georgia, Illinois, Nevada, Nueva York, Texas y Washington.
A pesar de su importancia, no disponemos de datos precisos y detallados sobre la población migrante michoacana. La información existente está fragmentada en diversas fuentes, cada una con metodologías, enfoques y periodos de actualización distintos, lo que limita la capacidad para diseñar políticas públicas efectivas.
Estamos hablando de una población que, en número, es comparable a la que actualmente vive en Michoacán. Por eso, contar con información cualitativa y cuantitativa objetiva y confiable de nuestros migrantes y sus familias no es solo deseable, sino crucial para tomar decisiones responsables y bien fundamentadas, tanto en el Congreso del Estado como en el Gobierno Estatal.
En este contexto, la creación de un Centro de Estudios Migratorios vinculado al Congreso del Estado debería ser una de las prioridades de esta legislatura. Un espacio que trabaje de manera coordinada con universidades, organizaciones de la sociedad civil y las propias comunidades de migrantes, para generar información y construir herramientas que nos ayuden a entender mejor este fenómeno y, sobre todo, a responder con acciones legislativas y políticas públicas que verdaderamente atiendan las necesidades de los migrantes y las de sus familias.
Hoy más que nunca, necesitamos cifras que cuenten historias, no hay que perder de vista que detrás de cada persona que ha salido de Michoacán en busca de un mejor futuro hay una historia que nos concierne a todos. Se trata de madres, padres, hijas e hijos siguen siendo parte viva de nuestro querido Michoacán.
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