Marcelo Ebrard no puede hacerse la víctima, considera John Ackerman

El investigador John Ackerman considera que el proceso de encuesta para elegir al coordinador de la defensa de la 4T fue válido y, aunque tuvo algunas irregularidades, el resultado es robusto

John Ackerman habla sobre el proceso de encuesta en Morena que arrojó como ganadora a Claudia Sheinbaum.

A Marcelo Ebrard no le queda en este momento hacerse la víctima, asegura el académico John Ackerman, fundador de la Convención Nacional Morenista (CNM), sobre todo cuando los resultados le dan una clara ventaja en la encuesta para determinar a quien hoy es la coordinadora nacional de la Defensa de la 4T, la exjefa de Gobierno capitalino Claudia Sheinbaum.

“Marcelo no puede hacerse la víctima. Coincidieron muchas cosas. Esta misma forma de la votación en urna, la encuesta-votación, él la propuso. Él dice que no hay piso parejo, pero en realidad él es el que tiene mucho apoyo de los poderes fácticos, los medios de la oposición”, explica el profesor.

John Ackerman asegura que es importante esperar la decisión que tomará el excanciller para conocer cuál será el rumbo de la política del país. Considera que el proceso de encuesta fue válido, y aunque tuvo algunas irregularidades, el resultado es robusto.

“No creo que le quede hacerse la víctima. Si él quiere irse, pues será, pero será por su decisión, no porque sea justificado por un fraude interno y eso que yo si conozco los fraudes internos de Morena, el año pasado los vivimos, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia no funciona, tenemos que mejorar las cosas en Morena”, explica John Ackerman.

Considera que luego de que “todas las encuestas coinciden con la principal de Morena y las de espejo”, con un margen de 10 y hasta 15 puntos no hay en realidad mucho margen para evitar aceptar los resultados que ponen como aspirante presidencial a la exjefa de Gobierno capitalino.

“Me parece que la diferencia es tan grande y son tan consistentes los resultados que él y todos tendrían que aceptar esta victoria de Claudia Sheinbaum, sin quitar el dedo del renglón con respecto a la necesidad de que cada proceso electoral interno de Morena tiene que irse mejorando”, explica.

El profesor de la UNAM y fundador de la Convención Nacional Morenista comenta que esta noche se reunirán los convencionistas por vía remota para hablar de la situación tras los resultados presentados por la cúpula guinda.

‘Soberbio, como Camacho’

En tanto, menciona que dentro de la Convención Nacional Morenista estarán atentos a las decisiones que tome Marcelo Ebrard y su gente.

“Hay que ver qué decisiones toma Marcelo, cómo reacciona la gente, yo creo que está sobrestimando su popularidad de él, como Marcelo Ebrard, es normal en un político. Uno cree que es por su linda cara y no por un proyecto. En realidad, Marcelo Ebrard, su carrera política, Era con Manuel Camacho, pero se volvió realmente una figura nacional bajo el amparo del obradorismo, pero no deja de tener esa veta camachista. Camacho también era así, soberbio, un poquito. Se fue a su propio partido político, Partido Centro Democrático (PCD), también hizo su berrinche cuando no le tocó la candidatura con Colosio”, expone John Ackerman.

El investigador respalda que Marcelo Ebrard está en su legítimo derecho de acudir a otro instituto política, luego de que los tiempos le dificultan pensar en una candidatura por la vía ciudadana, ya que requiere de juntar firmas y el plazo está a horas de vencer.

“El problema con Marcelo es que no cree en el proyecto de fondo de Morena. No es un hombre de izquierda, para decirlo muy claramente. Él tiene otra idea de por dónde tiene que ir el movimiento y eso es lo que está generando su disgusto, porque si compartiera en el fondo de lo que se trata el proyecto, él estaría feliz de apoyar a Claudia y seguir adelante, pero más bien otra idea de lo que quiere impulsar”, explica Ackerman.

El clásico ‘chapulineo’

La búsqueda de una aspiración por la vía independiente, además de la premura, implica también la búsqueda de firmas. Por ello, es mucho más sencillo el chapulineo, como se le conoce al acto de cambiarse de partido por una aspiración política, un procedimiento bastante común en la política mexicana.

“MC es experto en eso. Así han crecido y se han consolidado, de hecho, como la tercera fuerza política en el país, con el PRI ya con un pie afuera y el PRD a punto de desaparecer, MC ya es la tercera fuerza y ha sido recogiendo diferentes candidatos enojados con los otros partidos”, explica Ajohn Ackerman.

“El mismo PRD y Morena han crecido con esto de las disidencias de otros partidos. Es algo muy común en nuestra historia política, el chapulineo, saltar de uno a otro (partido) y, si vemos la historia camachista de Ebrard, sería lo lógico. Yo en lo personal pienso que enturbiaría mucho el proceso electoral porque me encanta la idea de Claudia contra Xóchitl, Xóchitl contra Claudia, dos proyectos muy claros, representados por mujeres los dos. Yo creo que lo podríamos hasta gozar el proceso electoral, confrontando posiciones, pero con Marcelo ahí y su proyecto más personal se nos confunde un poco, pero también podría ser divertido”, acepta el investigador de la UNAM.

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