Por Boris González
Para Diana, una niña de 9 años, la felicidad huele a taquitos. Para Luis, la palabra felicidad es sinónimo de videojuegos. Ana piensa en por qué los adultos son tan difíciles, y el mayor deseo de Beto es tener un dinosaurio. Para Karina, el éxito en la vida es convertirse en veterinaria y tener un refugio en el que quepan todos los gatos y perros callejeros. Pero para Andrés, el sueño más grande es que él y su familia puedan comer tres veces en un solo día, y poder convertirse en policía, ya que así, acabaría con los abusadores. A sus 4 años de vida, ya conoce lo que es la maldad…
A otras tantas niñas les fue cortada la inocencia, al convertirse en madres a sus 10 años, de tajo se les fue de las manos los sueños…
Celebrar el día del niño debería de ser un motivo de alegría para todas y todos, pero la realidad en el país dista mucho de ello, ya que desgraciadamente a la niñez no se le escucha; los adultos, cada vez más ensimismados con sus problemas y las tecnologías de la información acuestas, muchas veces hacen caso omiso a las necesidades de la niñez.
De la obligación del Estado Mexicano ante la niñez, ni hablar, ya que únicamente utilizan a ese sector poblacional para posar en alguna foto que convenza a la ciudadanía de sus “buenas intenciones”.
Miles de niños carecen de salud mental por falta de expertos que los atiendan; por ejemplo, las víctimas indirectas de las violencias, como los familiares de desaparecidos, no tienen atención pertinente y de calidad.
En nuestra experiencia, consideramos urgente que las y los diputados cuenten con una Ley de Crianza Positiva y Buen Trato, sobre todo porque el Estado está obligado a garantizar las condiciones mínimas de subsistencia psicológica de las y los niños, de la mano de los padres y las madres de familia, lo que no se observa hasta hoy.
Proponemos por ejemplo que, a partir de esta ley, se oriente a los tutores de manera obligatoria, sobre la necesidad de una crianza amorosa, con disciplina respetuosa, dejando de lado su orgullo, para que se hagan cargo sin violencia de los menores de edad.
Según datos del Censo de Población y Vivienda 2020 (INEGI), la edad de personas que se suicidan disminuye año con año, afectando más a nuestros niños; las adicciones llegan cada día más fácil a menores de edad; la violencia les afecta con más crudeza cada vez.
Más de 409 mil personas de 0 a 14 años en México tienen algún problema o condición mental discapacitante. De éstos, más de 244 mil son hombres y más de 164 mil son mujeres.
Cientos de miles de niñas y niños no están afiliados a ninguna institución que les brinde servicios de salud, careciendo de profesionales de la psicología para darles seguimiento a problemas frecuentes que les afectarán a lo largo de su vida. Es cada vez más común la medicalización de la niñez, lo cual resulta una “salida fácil” que mantiene a los infantes tranquilos, sin solucionar los problemas de fondo, que es la falta de amor familiar, atención psicológica profesional y cuidado de sus padres.
Según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI, 2019) del INEGI, la tasa de trabajo infantil en México se ubica en el 11.5 %, ubicando a Oaxaca, Puebla, Chiapas y Michoacán como los Estados más desiguales laboralmente hablando para la niñez mexicana.
La tasa nacional de ocupación peligrosa es del 6.6 por ciento, con Oaxaca, Puebla y Michoacán en los deshonrosos primeros 3 lugares con trabajadores infantiles en espacios peligrosos.
Es ahí en donde se tendrían que observar los esfuerzos de los Sistemas DIF a nivel nacional y locales, es ahí en donde se requieren políticas públicas, es ese sector el que no debe seguir en el olvido, no sólo con propaganda pagada para las esposas y parejas de los gobernadores en turno.
La niñez es sinónimo de imaginación, de vida, de alegría. Desde la Asociación Mexicana de Psicología y Desarrollo Comunitario celebramos su existencia, trabajamos todos los días las 24 horas con niñas y niños de manera virtual y presencial, generando mejoras en su vida.
Deseamos que los niños sigan soñando, tal como sueña Mariana, a quien le gustaría un mundo en el que hubiera puros niños, aunque al pensarlo dos veces, confiesa que sin duda extrañaría mucho a sus papás.
Causas y Azares…
1. Cuando hicimos la propuesta de Ley de Crianza Positiva y Buen Trato para el Estado de Zacatecas, la pandemia nos llegó y no pudimos culminar el excelente trabajo que hicimos con Alma Gloria Dávila Luévano, esperamos que los actuales diputados hagan algo por su gente, porque la realidad de la violencia les llegó más rápido de lo que les advertimos.
2. Los problemas de la violencia en las escuelas hablan de la deteriorada noción de autoridad que se tiene por las personas actualmente, fomentada por las omisiones que se generan por los funcionarios actuales.
3. Más de 3 millones de niños de 3 a 14 años no asisten a la escuela, como muestra y botón del tratamiento que se está dando a la deserción escolar. De esto y más vamos a capacitar a los profesores y autoridades en breve, si se dejan.
Hasta la próxima, que las tiranías fomentan la estupidez.