por Alfredo Juárez Maldonado
Derivado de la jornada electoral del pasado 6 de junio, Alfredo Ramírez Bedolla fue electo como Gobernador Constitucional del Estado de Michoacán de Ocampo. Esto al haber obtenido poco más de 729 mil sufragios, emitidos en las urnas. Lo que demuestra la vigencia y popularidad de Morena y la Cuarta Transformación en el Estado.
De acuerdo con estos datos, el Gobernador Electo de Michoacán se convierte en el candidato más votado de las últimas cuatro elecciones. Esto al contar con el 41 por ciento de los sufragios. Parte de este triunfo se debe atribuir a la eficacia y claridad que ha plateado la narrativa de la Cuarta Transformación, narrativa que propone un antagonismo entre el bando conservador y el bando trasformador.
La sencillez de este planteamiento propone que el bando conservador pretende proteger los privilegios que ha obtenido con el abuso del poder político y económico. Utilizando el saqueo y la corrupción como norma. Mientras que el bando transformador propone cero tolerancia a los corruptos. Y, por el bien de todos, primero los pobres. Además de redistribuir el ingreso del país mediante programas sociales. El otro gran atributo que lo llevó al triunfo fue la capacidad de organización que tuvo Morena en el Estado.
Velar por los intereses de los michoacanos
El Gobernador Electo tiene ahora la responsabilidad de velar por los intereses de los michoacanos y de la Cuarta Transformación. Ser el candidato con mayor popularidad entre el electorado lo sitúa en la historia con una gran responsabilidad. Y sobre todo con poco margen a equivocarse. De igual manera, esta gran popularidad puede ser un bono demográfico que apoye las causas del pueblo y de la transformación, bono que, si es canalizado y organizado, será el escudo protector del proyecto. Como diría nuestro presidente: “el pueblo es sabio y ya eligió”.
Durante seis años, Alfredo Ramírez Bedolla tendrá la oportunidad de darle bienestar y esperanza a los michoacanos, tarea que no será fácil. Pero si logra mantener la popularidad de ese bono demográfico y saca sus habilidades políticas, podrá ser sin duda uno de los mejores gobiernos que tengamos en la historia. Así, el Gobernador Electo deberá ser cuidadoso y pasar algunas pruebas antes de poder tomar posesión de toda la maquinaria del Estado.
El nuevo Congreso local
La primera de estas pruebas la tendrá en la nueva composición de la septuagésima quinta legislatura en el Congreso del Estado. Pues de los 40 integrantes, solo podrá contar con el apoyo incondicional de 15: 10 de la fracción parlamentaria de Morena y 5 de la fracción del Partido del Trabajo. Y con esta cantidad de diputados, la próxima administración tendrá cuesta arriba los primeros 3 años de gobierno.
En estas circunstancias, el primer paso será trabajar en coordinación con la fracción de Morena. Para que con mucha inteligencia se elija al Coordinador o Coordinadora de la bancada, que tendrá que ser una diputada o diputado comprometido con la Cuarta Transformación y con el plan de trabajo del nuevo gobierno. Y de esta manera, se pueda dialogar con las demás fuerzas políticas. Esto con el objetivo de tener el apoyo de al menos 6 diputados más para aprobar el presupuesto de egresos. Y tener al Congreso como un aliado en la transformación.
Gabinete equilibrado
El segundo gran reto que tendrá es elegir a quien lo acompañará en su encargo. Seguramente será una tarea difícil, puesto que algunos políticos al interior de Morena verán como cuotas de poder los espacios, antes de verlos como una herramienta de transformación histórica. Lo que podría meter en aprietos al Gobernador Electo, sin duda alguna. Esto si los espacios de la administración pública se distribuyen por compromiso a actores políticos de Morena.
El gabinete del próximo Gobernador deberá tener un equilibrio, donde no todos los puestos deberán ser políticos. Sino deberán de ser para técnicos y especialistas que puedan darle contenido y operatividad a su administración. Estos perfiles tendrán que venir de la comunidad académica y, por otro lado, de la sociedad civil organizada. Lo cual tendrá un doble mensaje: el primero, mantener a raya los intereses de algunos políticos. Y en segundo lugar, rodearse de personajes sanos y queridos del Estado, para que se tenga un gobierno plural e incluyente.
El plan de gobierno
Por último, pero no menos importante, una vez escogido el gabinete deberá poner en marcha la transformación de la vida pública del Estado. El haber sido candidato al gobierno del Estado en condiciones atípicas no le permitió desarrollar su propia plataforma de gobierno y planes de trabajo que ofertar a los michoacanos. Pero con poco menos de 100 días para la toma de posesión del Titular del Ejecutivo, tendrá que proponer qué va a hacer y cómo lo va a hacer.
Diseñar un plan de gobierno puede ser el verdadero vehículo de salvación de nuestro Estado, un plan con una visión de Estado que reivindique las necesidades y causas del pueblo. Un plan de gobierno que abone a combatir las desigualdades sociales de nuestra población, un plan que aumente la cobertura educativa en las zonas mas pobres del Estado, que administre el recurso público sin corrupción ni excesos. Ya que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Y un plan de gobierno que proponga combatir el crimen organizado, que recupere la tranquilidad de los michoacanos, que nos bride servicios de salud de calidad y amplíe la red de hospitales y clínicas de atención de forma gratuita.
Un plan de gobierno que sea constructor de puentes, que conecte a la Federación con los municipios. Y si este plan se desarrolla de la mano de especialistas, técnicos, políticos y de la sociedad en general, el Gobernador Electo tendrá todo el apoyo y el respaldo de los michoacanos.
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