Por Giovanni Correa Morales
Es tan bien conocida la frase “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”, también agregaría “hacerlo de la manera correcta”; ya que muchas veces lo que hacemos no nos satisface y se ve reflejado en la actitud con la que lo hacemos dando como resultado una mala experiencia.
El hacer lo que de verdad nos gusta aparte de hacernos sentir útiles para los demás, nos motiva; es esa leña que enciende nuestro motor para seguir adelante y cada que lo hacemos de corazón nos da esas dosis de felicidad; ese sentir de que vivimos con propósito.
Pero para poder dar un servicio de buena voluntad, uno de corazón, es necesario conocer, haberlo visto o experimentado. Debe comenzar con uno mismo, ya que somos el vehículo para poder ofrecerlo y como tal es necesario que se encuentre en buenas condiciones; necesita de mantenimiento constante y permanente para que funcione de manera óptima y en armonía, teniendo como resultado equilibrio. Primero estamos nosotros y nuestro bien-estar físico, mental y emocional.
Sí sabemos lo que necesitamos nosotros y cuidamos esos tres aspectos vamos a poder cuidar el bien-estar de los demás.
Es amar lo que sabemos hacer; es saber que lo que hacemos puede cambiar el momento, el día o la vida a una persona, ya que todos nos necesitamos de una u otra manera, es el: “sólo yo puedo hacerlo pero no puedo hacerlo sólo”, poner al servicio de los demás lo que sé hacer, lo que está en mis manos que sumará en pro a la sociedad.
Cuando le das sentido a lo que haces te puedes dar cuenta que no lo ves como un trabajo sino como un pasatiempo que disfrutas, te motiva todos los días poder despertar para comenzar hacerlo, no te hace falta energía, te hace feliz. El descubrir lo que te apasiona, vives las mieles de la vida; vives con pasión y eso se transmite en donde todos ganan.
El secreto está en el amor que le ponemos a lo que hacemos. Recuerda esas comidas hechas por mamá, por tu abuelita, ese sazón inigualable, el de tu lugar favorito donde te hacen sentir en casa porque su comida y atención te hacen regresar y lo que está detrás de esa magia es el amor al servicio.
La sociedad del cuidado: Agenda Transformadora