por Viridiana López
Postular a Félix Salgado Macedonio, un agresor social, como candidato al gobierno de Guerrero, es una afrenta y una apuesta que seguramente tendrán que pagar otros y otras candidatos de Morena en el país.
Desde el pasado 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, han aumentado las expresiones en contra de esa postulación –de facto-. Porque lastima a un importante sector de la sociedad mexicana. Su postulación representa una agresión más a las mexicanas, a sus hijos, esposos y todos los que las rodean.
Pareciera que la insistencia de mantener a Salgado Macedonio como candidato es una afrenta del presidente Andrés Manuel López Obrador a las mexicanas. En respuesta, llegó la advertencia al mandatario federal el día de la marcha 8M: “nos vemos en las urnas”.
Seguramente el resultado no le gustará a AMLO, quien como buen conservador insiste en mantener el pacto con el candidato-agresor. Me pregunto: ¿Qué le deberá López Obrador a Félix Salgado para protegerlo tanto? En Internet, el movimiento Feminonymous también ha hecho lo propio. Y hackeó la cuenta de Morena para exigir al presidente romper el pacto con el agresor de mujeres.
Para ese partido en el poder federal, las cosas no se ponen fáciles, al contrario. La misoginia y la falta de empatía con la mitad de la población serán parte de su debacle. Será por eso que algunos integrantes de Morena ya cuentan con un plan B. Al ser quienes mueven los hilos de los nuevos partidos políticos que contenderán en este proceso.
Seguramente están conscientes de que el proyecto obradorista pierde día a día simpatías para el 2024. Y que seguramente enfrentará una gran fractura.
La advertencia se cumplirá
Por lo pronto, la advertencia del movimiento feminista se cumplirá. Porque son millones de mujeres las que están hartas de la violencia en su contra en todas sus variantes, hartas que las autoridades minimicen el movimiento feminista o quieran callar. Como si la violencia hacia este sector fuera un chiste o una moda. En los últimos días se escuchan, en el ámbito público y privado, argumentos de ignorancia y de machismo. Y juicios de valor que en nada ayudan a la consolidación de una sociedad en paz y democrática.
Hoy más que nunca, en México se debe entender que la lucha del movimiento feminista no es contra los hombres por ser hombres. Es contra la violencia de género, es una exigencia de respeto a los derechos humanos de las mujeres y a la dignidad.
Pareciera que por años las autoridades se hicieron de oídos sordos. Si bien existe un amplio marco jurídico que busca erradicar, eliminar y sancionar la violencia contra las mujeres, no se ha hecho efectivo por el Estado Mexicano. Y por eso miles de mujeres están en las calles exigiendo justicia y un cambio. Para poner fin al México violento que nos ha tocado vivir.
La cuenta y asignación pendiente de las instituciones gubernamentales es y será que se cumpla a cabalidad el estado de derecho. Pero como son los mismos gobiernos quienes, lejos de actuar a favor de la sociedad fomentan la violencia, está en manos del pueblo mexicano hacer valer lo que marca la ley y punto.
La mafia del poder, en el poder