El gran reto de Morena con miras al 2024 es evitar lo que pasó con el PRI y con el PRD: ser un partido de Estado, en caso del primero, y estar conformado por grupos, como le pasó el sol azteca con las llamadas “tribus” que terminaron por hundirlo, afirma el profesor universitario John Ackerman, aliado de la autodenominada Cuarta Transformación.

Hoy ambos partidos políticos están en la antesala de la extinción, pero muchos de los integrantes que representaban los cánceres que afectaron a esos institutos políticos, hoy “brincaron” a Morena. John Ackerman alerta que desde la Convención Nacional Morenista se han identificado estas mismas prácticas.

“Hay dos vicios, los vicios del PRI y los vicios del PRD, que están al acecho, amenazando el proyecto de Morena. El problema del PRI es que era el partido del Estado, esto de que de repente los gobernadores serían jefes del partido me parece lamentable. En el partido los gobernadores emanados de Morena muchos son muy distinguidos y están haciendo un buen trabajo pero no tienen para qué ser los jefes políticos del partido en sus entidades, y menos gobernadores como Ricardo Gallardo, del Partido Verde en San Luis Potosí, o Cuauhtémoc Blanco, del PES, en Morelos”, explica en entrevista John Ackerman.

“Esto no es correcto. Necesitamos romper con esa tradición del partido de Estado. Andrés Manuel mismo lo ha dicho, Morena debe de tener su autonomía y su cercanía en las bases”, sentencia el académico.

Morena ya tiene ‘tribus’

En tanto, por parte del PRD el vicio principal es la creación de grupos que terminaron por servir a un jefe. Si bien hubo un momento en que se discutía de manera enérgica porque se mostraban posiciones encontradas, los grupos del sol azteca terminaron por negociar cargos y posiciones de poder.

“El tribalismo no es que haya discrepancia, el tribalismo es cuando esas discrepancias pierden su carácter ideológico, programático, y terminan siendo ‘tribus’, grupos de personas al servicio de un jefe caciquil u otro interés económico o político que van negociando cargos y posiciones. Eso también ya empieza a pasar dentro de Morena. Los mismos perredistas y priistas contra los cuales antes luchamos, al crear Morena ahora ya están dentro de Morena y reproducen (estas prácticas)”, afirma el fundador de la Convención Nacional Morenista.

Dicha convención, afirma John Ackerman, no es una “tribu”, sino que es una organización dedicada a que el partido sea cercano siempre a sus bases que le dieron origen.

La gente es muy difícil que cambie, les pones otro color y otra etiqueta y otro momento histórico, saben hacer las cosas como las hacen y siempre les ha resultado bien. Siempre y cuando los permitamos los morenistas, ellos lo van a seguir haciendo. Esto está pasando. Lo que es la Convención no es una tribu. Nos han acusado de que somos corriente. Están prohibidas las corrientes dentro de morena por el estatuto, precisamente para evitar lo que pasó PRD”, explica Ackerman en entrevista con Alternauta.MX.

La convención es una anticorriente. Tenemos personas muy diversas, personas que están a favor de Marcelo, de Claudia (Sheinbaum), de Adán (Augusto López), hasta de (Ricardo) Monreal y (Gerardo Fernández) Noroña. Es muy plural, pero tenemos una causa común, más allá de esas personas, que es asegurar que tengamos partido”, explica.

Este viernes la Convención realizará la Gran firma del Acuerdo de Unidad con miras al proceso 2024 en el que se renovará la Presidencia de la República.

“Nos vamos a dar cita delegaciones de las 32 entidades federativas, ya me han confirmado una buena delegación de Michoacán, por ejemplo, y de todas las entidades federativas, van a estar ahí presentes. La Convención Nacional Morenista ya es una organización nacional o movimiento nacional consolidado dentro de Morena. No estamos rompiendo con Morena. Sí somos críticos de muchas de las cosas que luego ocurren dentro de Morena, que no nos gustan y nos recuerdan el viejo régimen, pero somos absolutamente morenistas y estamos a favor de que se cumpla con los principios fundacionales de nuestro partido movimiento”, expone.

John Ackerman considera que el reto para Morena es la unidad porque se tiene que pensar en un partido más allá de las personas que lo dirigen.

“La unidad la tenemos que pensar no solamente entre las élites del partido, sino también la unidad entre las élites, la cúpula y las bases del partido. Esto es muy importante. De repente se nos olvida, los medios de comunicación hablan de la lucha de las ‘corcholatas’ y que sabe-quién-sabe-cuánto pero se les olvida que realmente quien tendría que decidir y llevar la batuta en Morena son las bases y la Convención Nacional Morenista busca precisamente reunir y articular a las bases fundadoras del partido a favor también de la unidad”, explica el investigador.

La idea de un partido dominante, como lo expone el presidente Andrés Manuel López Obrador, con ideas como el llamado “Plan C”, que implica ganar dos terceras partes de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores y de esa manera lograr reformas constitucionales sin una oposición que se interponga, es algo que se tiene que plantear porque se tiene que dar sin caer en las prácticas del pasado.

“Un partido hegemónico por sí no está mal, siempre y cuando este partido hegemónico sea diferente al partido hegemónico anterior. Esa es la lucha de la Convención Nacional Morenista porque por la inercia del sistema político es muy fuerte, la cultura política es muy fuerte, hablábamos de las prácticas históricas, si no intervenimos, Morena va a terminar reproduciendo los mismos esquemas del PRI. Tendremos otra vez un partido gobierno clientelar y corporativo como en el pasado, pero ya llamado Morena pero con un espíritu progresista porque surge del gobierno democrático de izquierda de Andrés Manuel, pero después podría rápidamente terminar siendo lo mismo que antes”, afirma John Ackerman.

La mesa está puesta para Morena

El partido Morena tiene la mesa puesta para arrasar en las próximas elecciones, por ello es importante ver cómo será la continuidad de este proyecto para que no se eche a perder, como le pasó a los partidos que hoy son opositores agrupados y en el pasado tuvieron la oportunidad de consolidarse.

“Morena tiene todo para arrasar en 2024 e incluso, como dice Andrés Manuel, con las dos terceras partes… pero qué Morena. ¿Cómo va a ser ese Morena? Los de la Convención Nacional Morenista no queremos que todo sean ‘izquierdosos’ y puros. No somos sectarios. Sabemos que Morena tiene que ser amplio y plural pero en esa amplitud que se incluyan también las bases, la izquierda, los principios, que no perdamos todo, que no jalemos tanto la cobija para acá para dejar descubierto todo lo que nos dio vida en un inicio”, apunta el académico.

La firma del documento de este viernes será abierta al público en general y no solamente para morenistas.

‘Tienen nostalgia de la nada’

A solicitud expresa, John Ackerman se atreve a lanzar un consejo para la oposición mexicana, ya que no han consolidado un proyecto serio que se vea como un claro competidor para Morena en la sucesión de Andrés Manuel López Obrador, a quien no se logran sacar de la cabeza y le replican todos los temas que les pone sobre la mesa cada mañana desde Palacio Nacional.

“Tendrían que generar un proyecto propio, parecieran colgados de puro negativismo, de ataque a Obrador, recurriendo a lo que ellos imaginan como una nostalgia de la nada, quieren vender la idea de que antes estábamos mejor y que, ahora, claro, hay problemas con el gobierno actual, nadie esperaba que con la varita mágica resolviera todo, pero la idea de que estábamos mejor antes de López Obrador es absurdo. Ellos sí estaban mejor, esa es la cosa, ellos sí tenían más recursos y poder, estaban más consentidos, pero están en una lógica muy de ellos, de sus propios intereses, de ‘antes estábamos mejor y ahora estamos peor’. Ellos viven en esa ilusión de que el pueblo mexicano es igual a ellos”, explica.

“El pueblo mexicano tiene muy claro que hemos avanzado. Yo creo que hay muchas críticas también hacia López Obrador muy legítimas. No quiero descartar eso en absoluto, pero tenemos que partir para avanzar en una valoración de lo que se ha logrado en estos años, y si la oposición no está dispuesta a reconocer eso, van a estar perdiendo y hundiéndose cada vez más en un hoyo pareciera sin fondo, donde nada más pierden y pierden y pierden”, añade.

El canciller Marcelo Ebrard durante su mensaje de este martes, cuando dijo que dejará su puesto este lunes 12 de junio.

¿Y Marcelo? ‘Busca el reflector’

Marcelo Ebrard hizo mal en adelantarse para anunciar su renuncia a la Secretaría de Relaciones Exteriores, ya que debió esperarse al Consejo Nacional de Morena que se desarrollará este domingo 11 de junio, considera John Ackerman.

“Quiere ganar la nota y los reflectores. En lugar de esperar, como debía de hacerse, al Consejo Nacional de este domingo, donde se acuerden ya formalmente las reglas y luego cada quien decide y cumple con esas reglas. Él quiso adelantarse, ganarle a los demás, en ese sentido yo creo que por un lado tendrá sus ventajas porque tendrá los reflectores estos días, pero también creo que se ve un poco mal, de acuerdo con la institucionalidad del partido, porque precisamente él está insistiendo en marcar los tiempos, en lugar de formar parte de un equipo de trabajo colectivo que van juntos en este proceso.

“Veremos cómo se desarrolla la no campaña, porque ese es el tema, no es campaña ni precampaña, porque no son los tiempos oficiales para eso, pero fácticamente estamos viendo que sí van a estar compitiendo entre ellos para ver quién gana la encuesta que se levantaría, por lo que dicen los medios, al final de agosto, el resultado estará en septiembre”, apunta el investigador de la UNAM.