La Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) invita a la población a no consumir quesos frescos sino están pasteurizados. A través de las jurisdicciones sanitarias se vigila que la leche este libre de brucelosis durante la elaboración de estos productos, para evitar contraer enfermedades gastrointestinales como salmonelosis y brucelosis.
De acuerdo con el jefe de la Jurisdicción Sanitaria de Apatzingán, Abraham Espinoza Villa, el personal vigila que la leche bronca con la que se elaboran los quesos esté pasteurizada o hervida, así como libre de brucelosis; para ello se realizan muestreos aleatorios en los centros de producción, además de que se capacita al personal fabricante.
Sin embargo, es importante tener precaución a la hora de comprar quesos frescos, principalmente los que se venden en la vía pública, sin etiquetas y sin refrigeración, ya que pueden haber sido elaborados con leche no pasteurizada.
Un queso con leche no pasteurizada puede contener bacterias causantes de enfermedades como la salmonella que provoca severas infecciones gastrointestinales; el staphylococcus aureus que produce náuseas, vómito y dolor abdominal; la listeria monocytogenes que puede provocar riesgo en el embarazo y la brucella que causa fiebre, dolor en articulaciones y debilidad.
El riesgo aumenta si los quesos no son refrigerados, porque la temperatura ambiente favorece la reproducción de estas bacterias. Así que la Secretaría de Salud recomienda comprar quesos frescos que estén en refrigeración y hacer lo mismo en los hogares. Si el queso es comprado a granel se debe exigir que el vendedor muestre al cliente la envoltura con la etiqueta del producto y que se observe que cumpla con los aspectos arriba mencionados.
Es importante también que la persona que despache al cliente tenga apariencia limpia, que use guantes desechables y cubre bocas a la hora de atender. Para ello también se imparten cursos a productores y fabricantes de queso artesanal, todos relacionados con la importancia de la pasteurización y las buenas prácticas que deben tener a la hora de la elaboración de estos productos, para evitar la transmisión de enfermedades gastrointestinales.