Ciudad de México a 10 de enero de 2019.- La negativa del gobierno mexicano de suscribir la Declaración del Grupo de Lima, tendrá como consecuencia el aislamiento de México de la región latinoamericana y demuestra el desconocimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador del derecho internacional, ya que con ello reniega de los compromisos contraídos en materia de democracia y derechos humanos, afirmó el Secretario de Asuntos Internacionales del PRI, Ernesto Gándara Camou.
Precisó que escudarse en el principio de no intervención y evitar cualquier pronunciamiento sobre la legitimidad del gobierno venezolano, como lo ha hecho la administración de López Obrador, es ignorar el carácter regional de la crisis en Venezuela, al tiempo que rompe con las mejores tradiciones de la diplomacia mexicana.
La crisis venezolana, resaltó, está lejos de representar una situación que sólo competa a sus habitantes, ya que a la fecha más de tres millones de ellos han abandonado su territorio y se estima que otros dos millones más podrían hacerlo durante el presente año, asentándose en condiciones precarias, en las naciones vecinas.
A nombre de este instituto político, Gándara Camou enfatizó que por razones de congruencia, el actual gobierno mexicano debería retirarse del Grupo de Lima, que surgió precisamente del reconocimiento de la ruptura del orden democrático y las violaciones a los derechos humanos ocurridos en Venezuela.
Igualmente, señaló, el actual gobierno de México debería revisar su adhesión a la Carta Democrática Interamericana y la participación de México en las instancias internacionales encargadas de atender estos asuntos, particularmente en el Consejo para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Recordó que cuando Venustiano Carranza formuló hace más de 100 años el principio de la no intervención, constituía la mejor defensa de los intereses del país; el problema consiste en que el México de entonces no es el de hoy.
En ese sentido, citó como ejemplos las actuaciones de México frente a los conflictos centroamericanos de las décadas de los 70 y 80, que se tradujeron en la ruptura de relaciones diplomáticas con el régimen de Somoza y la Declaración Franco-Mexicana sobre El Salvador y hasta las gestiones del los Grupos de Contadora y Apoyo, consideradas por expertos como páginas brillantes de la diplomacia de nuestro país.
Advirtió finalmente Gándara Camou que sería ingenuo ignorar el peligro de que la gran potencia hemisférica recurra a distintas formas de intervención para alentar en Venezuela un cambio de gobierno con las graves consecuencias que se producirían en la región.