Por Giovanni Correa Morales
“El cliente siempre tiene la razón” Harry Gordon. Es el famoso eslogan que tenemos insertado y se activa en el momento que vamos a servir el cual quiero pensar que todos lo conocemos y que este podría ser el primer mandamiento de un buen servicio “Amaras a tus clientes sobre todas las cosas aunque no siempre tenga la razón.”
Estoy de acuerdo que la lealtad de los clientes hace que negocios prosperan de la mejor manera, ya que siempre como consumidores estamos en la búsqueda de poderle dar el mejor uso a nuestro dinero ya sea en la compra de productos de primera necesidad yendo a tiendas cercanas, supermercados, el famoso tianguis de la colonia, también podemos ver ese intercambio en infinidad de cosas tangibles e intangibles para poder satisfacer alguna necesidad como comprar algún alguna propiedad, un auto, visitando algún lugar para comer, ir al cine, o tal vez contratar un servicio digital como las plataformas de streaming por ej. Netflix.
Es por eso que a los clientes se les debe de dar un trato digno el mismo trato que los colaboradores deben tener dentro del lugar donde laboran y totalmente personalizado a cada uno de ellos, ya que todos son distintos y únicos. Es mimarlos sin faltarles el respeto, poderles otorgar una experiencia única para que quede grabada en sus mentes y deseen regresar con nosotros por el buen-trato recibido, puedes pensar de la siguiente manera; “no importa que el siguiente cliente que atiendas sea el número mil hazlo sentir como si fuera el primero, el número uno, haz que libere felicidad con el servicio que le vas a brindar y déjale el mejor sabor de boca en cada visita posterior y serán todas diferentes.”
Cuando servimos de manera personalizada y no robótica, siempre pensando en dar una solución aunque no la sepamos en el momento o que pueda ser algo que no nos corresponda pero sabemos que estamos capacitados para poder atender esa petición y doy acción. Así es que al amar lo que hacemos y dando como resultado un servicio hecho con el corazón será la clave de nuestro crecimiento personal como el de nuestro negocio o si nuestros servicios los estamos prestando para alguien más esto ayudara en darnos oportunidad de crecer dentro de ese lugar y que el lugar también prosperé y tenga crecimiento en donde todos ganan.
La próxima vez que veamos a nuestro siguiente cliente piensa que tú también eres él porque todos nos convertimos en algún momento del día en clientes y necesitamos de productos o servicios. Toda persona sin excepción merece ser tratada con dignidad. El cliente es el que paga los salarios, es necesario el poder que tiene circular la economía para que el lugar donde te encuentres pueda tener hermosos frutos. Transforma tú servicio en una lealtad duradera.