Por Omar Iniestra
En un año 2020 lleno de complicaciones y nuevos desafíos, hoy es importante celebrar a manera de agradecimiento, pero sin amontonarnos. El que estemos culminando un año más, demos vuelta a la página a este Año Viejo, deseando que alcancemos calma y vacuna para 2021.
Nos debemos un respiro. Asómense al sol, excelente vitamina D para males hasta del espíritu. Lloren un rato por este año casi perdido que ha desgranado a la humanidad. Anímense a “sopear” en chocolate un pan de dulce para descubrir que Dios nos sigue sonriendo. Vístanse de luces como toreros de la vida o vístanse de nada si están junto a alguien con quien puedan compartir otro tipo de amores. Salgan descalzos, canten la canción más antigua que recuerden, ríanse de las tonterías que hayan cometido (y quienes sean perfectos ríanse de las tonterías que nunca cometen). Brinden por los ayeres pero, sobre todo, brinden por los mañanas, que seguramente tendremos muchos.
Respirar con profundidad y con sentido
La vida puede no ser perfecta, pero es el mejor invento que se le ocurrió a nuestro Dios. Respirar con profundidad y con sentido nos conviene a todos, para volvernos solidarios con quien perdió su empleo o su salud. Con quien se quedó sola o quien no quiere estar acompañado, con quien no cree ni en sí mismo. Nos toca compartir el enorme poder de la compasión, empatía y por un momento dejar de ser espectadores para ser actores de algún pequeño apoyo. Y eso fue lo que hicimos en este 2020.
Salimos en nuestro municipio (Zitácuaro) y no nos quedamos con los brazos cruzados. Porque para amar y ser solidarios no hay Semáforo Rojo ni pandemias ni malos gobiernos ni fechas fijas. Amar debería ser algo “del diario”. Pero ayuda, de vez en cuando, dedicar unos momentos a creer que podemos hacerlo, amar y ser empático aún en la sana distancia.
Por eso esta mañana, como ya dije, me armé de un chocolate caliente que sabe a mis amigos, a mis familiares. Y me dispuse a reparar un mínimo pedazo del mundo que hemos agrietado. Tendremos que hacer un esfuerzo aún mayor este Año Nuevo, pues los retos siguen igual de grandes y la vara sigue estando alta. Siempre es importante escribir un poco más que otros días. Y creo que hoy es uno de esos.
Afrontemos este Año Nuevo con gran valentía y decisión.
Feliz y bendecido 2021.
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