por Rafael Calderón
El ánimo con que Alfredo Ramírez Bedolla pronunció su primer discurso para asumir la responsabilidad de Gobernador de Michoacán es, con todas por sus palabras, un discurso que entraña carga histórica. Y es que registra una postura ideológica que corresponde a la militancia política de la izquierda. Esto, por lo mismo, genera controversia para sus oponentes. Quienes, por lo mismo, son los que no comulgan con el relevo de cuadros y con el cambio generacional. Pero se intuye que Ramírez Bedolla es así como lanza el diálogo. Y es una herramienta efectiva de entendimiento, fructífera en el acuerdo político.
Enderezar situaciones adversas
Quizá hablar de Hidalgo, de Morelos y de las diferentes revoluciones en el país, es tener presente figuras del siglo XX. Tales como la de Lázaro Cárdenas y Francisco J. Múgica. Pero que en ese contexto se detenga para cerrar su discurso con las palabras de Melchor Ocampo, el ideólogo de la Reforma, muestra un ejemplo de esta etapa importantísima de la historia michoacana. En particular del antecedente que registra la Universidad Michoacana. Para así otorgar al tema de la educación una importancia capital. La cual naturalmente tiene que ver con el Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo. Así, recordar que en esta etapa gloriosa, en aquellos momentos, también enfrentaron situaciones de crisis como la actual. Y por la vía del diálogo, enderezar situaciones adversas.
Estas formas del diálogo en el pasado son las que permitieron se sentaran las bases para una transformación política gubernamental. Las cuales permitieron profundizar y mejorar el panorama michoacano. Así que con esa visión, Ramírez Bedolla invoca el espíritu revolucionario y de gran presencia jurídica de Ocampo. Esto no sólo de impacto en Michoacán, sino en todo país. Por ello su primer discurso es de un momento que ya alcanza para convencer a los oyentes de que una verdad, manifiesta en ideario político, es permitir reconocer que sabe que asume desde ya el puesto de gobernador. Lo cual acaece en un momentos crítico.
Gobernador progresista
Por el curso del tiempo, dejará ver que transcurrirán días y, más delante, nos daremos cuenta si logra ser un gobernador progresista. Esto es, con ideas propias, con un ideario gubernamental capaz de enfrentar esta crisis. Así, por los hechos puede llevar a cabo la tan anhelada transformación de Michoacán.
Hay que registrar que el discurso pronunciado es, ante todo, la presencia de un orador que habla de su vocación política de izquierda. Y delinea un ideario que se espera más bien acertado, bajo el esquema de que es capaz de gobernar como fruto de la misma democracia. La cual, por los hechos, quiere reflejar con un estilo plural y acertado, por la trayectoria que ha recorrido. Y es que fue colaborador en puestos medianos en el gobierno de Cárdenas Batel y de Godoy Rangel. Pero alcanzó presencia en el movimiento social y político de López Obrador. Y se erigió en Michoacán como fundador de Morena.
Antes de continuar propiamente con su ideario, ahora que llega de gobernador, hay que recordar en Michoacán lo que va del presente siglo XXI han pasado en el Solio de Ocampo nombres como el de Víctor Manuel Tinoco Rubí, Lázaro Cárdenas Batel, Leonel Godoy Rangel, Fausto Vallejo Figueroa, Jesús Reyna García, Salvador Jara Guerrero y Silvano Aureoles Conejo. Son siete nombres en dos décadas. Sin duda, un exceso de actores políticos para tan poco tiempo transcurrido. De estos, por la vía del voto llegaron Tinoco Rubí, Cárdenas Batel, Godoy Rangel, Vallejo Figueroa y Aureoles Conejo (el gran ausente).
Imagen desafortunada
Hay que recordar que, hasta ahora, los dos últimos fueron los que salieron por la puerta de atrás: sus yerros los catapultaron con una imagen desafortunada, muy negativa y, en el caso de Reyna y Jara (este el peor de la usurpación) fueron floreros o como la ley les nombra “interinos” por las circunstancias turbulentas y sucedió en un momento lamentable. Quizá el ideario político del ex gobernador mejor recibido entre los michoacanos es el de Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, quien fue gobernador en el siglo pasado y se le reconocen sus aportaciones democráticas que alcanzaron presencia no sólo en el Michoacán sino de todo el país.
El día que se escriba su biografía aparecerá en los anales de la historia mexicana y se inscribirá su temple democrático para un periodo decisivo del país: el que corresponde a partir de 1980, con su llegada de gobernador, y que se extiende para cerrar el siglo XX como testigo y actor político de la derrota del PRI en el año 2000 y continuar para buena parte de los años en este siglo XXI.
El nombre de Cárdenas Solórzano para la izquierda es legión y ha generado una escuela política de gran impacto. Su nombre, ejemplo de congruencia, su condición de dirigente contribuyó a que la democracia en México fuera un mecanismo de grandes cambios. Primero, como gobernador; después, como candidato presidencial en 1988, 1994 y 2000; asimismo, líder y fundador del PRD; su presencia impronta está en que fue el primer jefe de Gobierno del Distrito Federal (hoy día Ciudad de México), al ser elegido por el voto ciudadano y convertirse en el primero jefe de Gobierno de los habitantes de la capital.
El año 1997
En aquel año 1997 es que inició la transformación profunda del país y se extendió por todo el territorio hasta alcanzar una etapa distinta que, ideológicamente, es la herencia que viene de las diferentes revoluciones que se han sucedido en el país, como decir que se consumó una verdadera transformación por la vía democrática y ese triunfo se consolidó en el 2018 con el obradorismo que, afortunadamente es un movimiento que remonta también a su liderazgo nacional, hasta el lejano año 1995, y si no es que antes, y se consolida con Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México en 2018.
Cabe recordar que Ramírez Bedolla se sumó a ese proyecto político en sus tiempos juveniles, allá por 1997, siendo aún estudiante de derecho en la Universidad Michoacana, desde entonces, el camino de la política será el que finalmente lo lleva a asumir la gubernatura de Michoacán este año este año.
Bajo este contexto finalmente llega a la gubernatura de Michoacán y en su primer mensaje refleja su participación política anclada desde la izquierda, siempre enfocada esa vocación y alcanzar el puesto y con su llegada se percibe que habrá un cambio y mostrar otra forma para gobernar. Pero habrá que estar atento a los resultados y logros. Tiempo al tiempo.
Puente de encuentro
Así que resulta interesante prestar atención a su discurso. Y a las palabras que le destina a la Universidad Michoacana, que lo dice remontándose al prócer de la Reforma don Melchor Ocampo. Y hablar así de un tema complejo, que no es otro que el de la educación. Y es que la Universidad Michoacana es un puente de encuentro y revela una verdad profunda en la historia michoacana. O recordar que con la Universidad ha realizado aportaciones importantísimas y siempre es necesario reconocer éstas y que en realidad son múltiples y él lo sabe si recordamos que es egresado de la Casa de Hidalgo.
Para entender ese diálogo plural, se debe perfilar una revisión mínima pero necesaria con respecto del gabinete que lo acompaña, así como ver si son conclusiones afortunadas y en este orden decir si tiene aciertos o genera dudas y serias interrogantes. Esa revisión crítica por lo menos tiene un ingrediente: alcanza la gubernatura por la presencia de Morena y porque los militantes del partido se la jugaron y son los que dieron la batalla electoral.
Así que hay que entender que aspira Ramírez Bedolla ser heredero de las luchas transformadoras de México y lo hace por la vida pública que representa aquel pasado y recordando siempre aportaciones ejemplares como la de Hidalgo y Morelos, el cardenismo, o recordar una vez más el ideario político del propio Cárdenas y a quien determina como el mejor presidente de México del siglo XX.
Bases sólidas
En el contexto de su toma de posesión no pierde oportunidad para fincar su raíz ideológica en el obradorismo. Y para recordar que viene apoyando este movimiento democrático. Así como que su encuentro de lucha política ha sido nada menos que con el hoy Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Esto, en un primer momento, le permite asumir un diálogo directo con la historia política. Y la convierte en el tiempo presente. Porque le genera una mejor armonía. Ahora sí, al menos desde Michoacán inicia un gobierno con bases sólidas. Para potencializar el desarrollo en todos los aspectos de la vida pública.
Conducirse con rectitud
Así que ante su propio ideario político, Alfredo Ramírez Bedolla asume que va conducirse como con rectitud y dice querer recuperar el espíritu de ejemplo del reformador Melchor Ocampo, nada menos, para bien de los michoacanos y recordar que Michoacán lleva el apellido del ilustre ciudadano. Así, bajo el concepto de la historia política y gubernamental, su discurso resume esa carga histórica y se entiende que la está asumida con responsabilidad en un momento complejo y que él desea llevar a buen puerto y consolidar esta transformación con eficacia y rectitud.
Recordó que sus bases políticas están en el ideario de figuras como Hidalgo y Morelos, Ocampo y el general Cárdenas. Así que no es cosa menor asumir ese ideario político con la talla de estas figuras de la vida pública de México. El relevo generacional que encabeza ya dio inicio y hay que esperar se materialice con el tiempo prudente y suceda su consolidación gubernamental. Tiempo al tiempo.
Interrogantes ante el futuro de Michoacán