El medio ambiente no se toca: Bedolla

La intención es crear un cinturón verde alrededor de Morelia.

Para el 16 de marzo y el 1 de abril iniciarán las consultas públicas organizada por el gobierno del estado para decretar al Cerro del Águila y El Quinceo como zonas naturales protegidas,  por lo que en mayo estaría el decreto que contempla 5 mil 500 hectáreas, es decir, un aumento de 50 por ciento de la zona de reserva ecológica de Morelia.

Decretar áreas naturales protegidas es vital, subrayó esta mañana el gobernador Alfredo Ramírez al anunciar las consultas y advirtió que de no proteger estos cerros, el manantial de La Mintzita estará en riesgo,para el abastecimiento de agua a la capital de michoacana.

Además lanzó una advertencia para quienes se oponen a la medida, “Aunque se amparen. Les vamos a decir a los jueces federales que el medio ambiente no se toca”, avisó el gobernador, quien informó que ya cuenta con todos los estudios técnicos de las zonas y “por eso es urgente decretar zona natural protegida”.

Fuente: Gobierno de Michoacán.

De acuerdo con la normatividad en la materia, las autoridades deberán establecer un acercamiento con los dueños o ejidatarios de las zonas para que conozcan los alcances del decreto y consensar las acciones.

Ramírez Bedolla, dio a conocer las nuevas zonas que se decretarán como zonas protegidas, entre ellas también se encuentra el Cerro de la Nieve en la comunidad de Chihuerio, este y los anteriores ubicados en el municipio de Morelia.

La intención es crear un cinturón verde alrededor de Morelia. “Actualmente sólo el oriente y sur de Morelia cuentan con áreas naturales protegidas”, precisó el mandatario, quien destacó que con los nuevos decretos se logaría tener el cinturón verde, porque estos últimos “nutren el agua del manantial de la Mintzita, sobre todo el Cerro del Águila” y que los mantos freáticos se recarguen.

El mandatario reconoció que en las zonas hay amenazas por cambio de uso de suelo ilegal, “uno agrícola y el otro urbano”, haciendo referencia al Cerro del Águila y del Quinceo. Y es que reconoció que la siembra de huertas de aguacate en el primero de ellos presiona el cambio de uso de suelo, mientras que en el segundo es el crecimiento de la mancha urbana, de ahí la intención es frenar el crecimiento y “evitar un desastre natural”.