El Covid-19 dejó al descubierto desigualdad sistemática: Amnistía Internacional

El informe anual de Amnistía Internacional indica que el Covid-19 dejó al descubierto la desigualdad sistemática que existe en el mundo

Ciudad de México, a 07 de abril del 2021.- El informe anual de Amnistía Internacional indicó que el Covid-19 dejó al descubierto la desigualdad sistemática, la represión generalizada y las políticas destructivas que reinan en el mundo. Mismas que han contribuido a que las Américas sea la región más afectada por la pandemia.

Según el informe, los grupos vulnerables son los más olvidados en estos tiempos de pandemia.

“La situación de los derechos humanos en el mundo documenta cómo las mujeres, las personas refugiadas, las personas migrantes, el personal sanitario insuficientemente protegido, los pueblos indígenas, las personas negras y otros grupos históricamente olvidados han soportado los peores efectos de la pandemia. Mientras que algunos líderes han aprovechado la crisis para intensificar su ataque a los derechos humanos”, afirmó Erika Guevara Rosas, Directora de Amnistía Internacional para las Américas.

Y agregó:

“Durante el pasado año hemos visto cómo ciertos líderes de las Américas respondían a la pandemia con una mezcla de negacionismo, oportunismo y desprecio por los derechos humanos. No podemos seguir transitando por el camino que lleva al desastre. Repitiendo los errores que han dejado a la región asolada por la desigualdad, la discriminación y la destrucción. Incluso antes del brote de Covid-19”,

Desproporción en el nivel de vida

En el informe se menciona también que los países del continente americano donde la población tiene niveles de vida más disparejos, es donde la pandemia ha presentado las mayores afectaciones.

“Las Américas ha sido la región más afectada por el Covid-19. Esto con más de 54 millones de casos y 1.3 millones de muertes. Por su parte, los Estados Unidos, Brasil y México presentan las cifras absolutas de víctimas mortales más altas del mundo. Luego de que sus gobiernos, al igual que los de Nicaragua y Venezuela, emitieran mensajes confusos sobre la salud. Además de que no implementaron políticas para proteger a las personas que corren más riesgo, o no garantizaron una transparencia plena”, se lee en el informe.

Y continúa:

“Los gobiernos de las Américas deben reconstruir la región sobre la base de la equidad, la compasión y la humanidad. El primer paso en esta dirección es conceder prioridad a las necesidades de quienes han quedado excluidos por decenios de abandono y políticas de división. Y garantizar su acceso a las vacunas contra el Covid-19. También deben tomar medidas audaces e integrales para abordar los desproporcionados efectos sociales y económicos de la pandemia. Esto en las personas que históricamente han sufrido discriminación. Así como garantizar que todas las personas tienen igualdad de oportunidades de vivir en condiciones de seguridad y de disfrutar de sus derechos humanos”.

Los pueblos indígenas, muy afectados

Los pueblos indígenas se han visto muy afectados por el Covid-19. Esto debido al acceso inadecuado al agua apta para el consumo, saneamiento, servicios de salud, prestaciones sociales y falta de mecanismos culturalmente adecuados para proteger su derecho a la salud y a medios de vida. Por otro lado, varios países declararon esencial el sector minero durante la pandemia, con lo que expusieron al contagio a los pueblos indígenas. Los derechos de los pueblos indígenas continuaron amenazados, ya que muchos gobiernos no garantizaron su consentimiento libre, previo e informado antes de dar luz verde a importantes proyectos extractivos, agrícolas y de infraestructuras.

América Latina y el Caribe siguen siendo la región más peligrosa para los defensores y defensoras de los derechos humanos y ecológicos. En particular quienes trabajan para defender sus tierras, su territorio y el medioambiente. Colombia sigue siendo al país más letal del mundo para los defensores y defensoras. No obstante, en el año 2020 también hubo motivos de esperanza. Pues los defensores y defensoras de los derechos humanos lograron grandes victorias, negándose a ser silenciados.

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