Diputada trans busca legalizar el sexoservicio

La prostitución podría ser una actividad regulada y reconocida ante la ley, de acuerdo con el planteamiento de María Clemente

La diputada trans María Clemente impulsa una reforma de ley en el Congreso de la Unión para que el sexoservicio sea una actividad legal.

María Clemente García, quien ha últimas fechas ha estado en el ojo público tras haber publicado un video explícito en su red social Twitter, presentó una iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo en materia de trabajo sexual.

La medida plantea adicionar diversas disposiciones a la norma para establecer la definición del trabajo sexual y que éste sea reconocido y protegido como una actividad lícita.

Desde su punto de vista, el sexoservicio no tiene por qué ser criminalizado ni considerado como trata de personas, ya que la Constitución contempla derechos a ejercer el trabajo que cada quien considere, siempre y cuando no sea ilegal.

“Para que la ley lo reconozca como tal se requiere establecer formalmente esas disposiciones. Para que en realidad sea trabajo sexual libre y autónomo y no sea trata, justamente es tener una justa retribución y que tengamos el consentimiento mutuo del cliente y de la persona que está prestando el servicio”, indicó.

Al salir en defensa de su propuesta, la legisladora comentó que las y los sexoservidores no están cometiendo ningún delito y no incurren en conductas penalizadas como la trata de personas, cuando su actividad se lleva a cabo por consenso con otra persona y recibe una remuneración acordada entre las partes.

La legisladora ha declarado abiertamente que es sexoservidora, y manifestó que “todas las personas que ejercemos el trabajo libre y autónomo, el trabajo sexual, y que recibimos una justa remuneración y que lo hacemos con el consentimiento mutuo de ambas partes, estamos libres, libres de trata”.

La legisladora en su iniciativa indica que se considerará como trabajo sexual la actividad que se ejerce en la vía pública, establecimientos mercantiles o por medios digitales, de manera libre, voluntaria, autónoma, consentida, sin coerción, entre personas mayores de 18 años.

El documento contempla la realización de servicios sexuales, eróticos y/o de acompañamiento a cambio del pago de una remuneración económica en la que ambas partes están de acuerdo y esta puede ser en dinero o en especie, conforme lo convengan la persona trabajadora sexual y la persona usuaria.

La iniciativa destaca que los delitos de trata de personas cometidos al amparo del sexoservicio, deberán penalizarse como lo marca la ley.