Bésame, bésame mucho

Los besos simples usan tan solo 2 músculos y queman solo de 2 a 3 calorías, mientras que los besos apasionados pueden involucrar 34 músculos y quemar 26 calorías por minuto.

Beso de judas, beso de paz, beso negro o beso volado, son algunos de los tipos de besos que el día de hoy estamos recordando a propósito del Día Mundial del Beso. De acuerdo con la Real Academia Española de la Lengua (RAE) el beso es definido como “Tocar u oprimir con un movimiento de labios a alguien o algo como expresión de amor, deseo o reverencia, o como saludo“.

Resulta que hoy se celebra el Día Mundial del Beso porque fue un 13 de abril de 2013, cuando una pareja tailandesa participó en un concurso que rompió el record guinness del beso más largo, se trata de Ekkachai y Laksana Tiranarat, quienes pasaron 58 horas, 35 minutos y 58 segundo besándose.

Datos curiosos entorno al acto de besar

En occidente besarse en público es tolerado, mientras que en los países asiáticos es mal visto. De acuerdo con un estudio científico llamado “filematología” (philos en griego antiguo = amor terrenal), hay una serie de datos que se han descubierto del acto de besar.

Besar puede involucrar una variedad de músculos faciales diferentes, siendo el orbicularis oris el principal músculo esquelético involucrado. 

Los besos simples usan tan solo 2 músculos y queman solo de 2 a 3 calorías, mientras que los besos apasionados pueden involucrar hasta 23 a 34 músculos faciales y 112 músculos posturales. 

El acto de besar consume entre 5 y 26 calorías por minuto. 

Durante el beso, las parejas intercambian una media de 9 ml de agua, 0,7 mg de proteínas, 0,18 mg de compuestos orgánicos, 0,71 mg de diferentes grasas y 0,45 mg de cloruro de sodio. 

Se pueden intercambiar entre 10 y 1000 millones de bacterias que representan 278 especies diferentes durante un beso activo, y el 95 % de estos organismos se clasifican como no patógenos para las personas inmunológicamente competentes. Sin embargo, varios organismos patológicos pueden transmitirse por besos, incluidos los virus infecciosos de las vías respiratorias superiores, el herpes simple y los virus de Epstein-Barr, así como los estreptococos patógenos, las espiroquetas sifilíticas y la bacteria Mycobacterium tuberculosis 

La transmisión del retrovirus del virus de la inmunodeficiencia humana es rara, pero se han informado algunos casos relacionados con la enfermedad de las encías en las 2 personas que se besaron.

Los labios son de 100 a 200 veces más sensibles que las yemas de los dedos. 

Las características positivas de besar incluyen niveles elevados de endorfinas y dopamina del sistema nervioso central, así como concentraciones elevadas de catecolaminas sistémicas. Estas alteraciones en el sistema nervioso central y los transmisores sistémicos dan como resultado aumentos modestos en la presión arterial y la frecuencia cardíaca. 

La producción de saliva también aumenta durante el beso activo. Este último puede ayudar a prevenir la caries dental.