Analizan dureza creciente de México en trato a los migrantes

El profesor Manuel Ángel Castillo, experto en migración, explica en entrevista cómo México ha endurecido las acciones de trato hacia las personas migrantes que ven a nuestro país como un riesgo en su paso hacia Estados Unidos

Entrevista con Manuel Ángel Castillo, profesor especialista en migración.

El gobierno mexicano ha incrementado la dureza en los controles de los flujos migratorios, y particularmente los que vienen desde el sur del Continente, en general desde principios de este siglo, afirma el profesor Manuel Ángel Castillo, experto en migración del Colegio de México.

Revisa a detalle la conversación con Manuel Ángel Castillo, profesor especialista en migración.

“La dinámica de la migración en México no sólo se intensificó sino que se diversificó y eso le ha generado una dificultad enorme para manejar una política de inmigración que concilie con una política o un cumplimiento de los compromisos que el Estado mexicano tiene con los instrumentos internacionales de derechos humanos”, explica el profesor en entrevista.

Los migrantes padecen maltrato en su paso por México.

El profesor recientemente publicó el artículo “Políticas migratorias y derechos humanos, ¿una relación inviable?” en la revista otros diálogos, del Colegio de México. En el artículo describe las circunstancias de la política mexicana que llevan a los migrantes a episodios como la muerte de decenas de personas en la estación migratoria en Ciudad Juárez, Chihuahua.

“El artículo plantea la necesidad de resolver esa, que no llega al nivel de una contradicción, sino una falta de conciliación entre lo que decimos en el discurso, hemos sido promotores de los instrumentos internacionales, el Estado mexicano fue promotor en 1990 de Convención Internacional para la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y sus Familias, que se conoce como la ‘Convención de 1990’, México se tardó 10 años para ratificarla… y fue promotor”, explica Manuel Ángel Castillo.

Son varios ejemplos en los que se puede identificar que México promueve los tratados internacionales, pero tarda en ratificarlos.

El profesor explica que los migrantes son presa de personas y organizaciones que los extorsionan y abusa de ellos de diferentes formas.

“Fue promotor del pacto internacional que se suscribió en el 2018, y hasta la fecha ese no es un instrumento vinculante, pero, de todas maneras, México fue uno de los promotores de ese pacto y por lo tanto muy adherido al discurso humanitario, en la necesidad de que los Estados receptores o de tránsito asuman su papel de respeto de los derechos de las personas y la generación de respuestas positivas a las necesidades de esas personas, sobre todo de aquellas que vienen en situaciones precarias y con necesidades de protección”, añade el académico.

El especialista describe cómo se han incrementado las violaciones a los derechos humanos de las personas migrantes en su paso por nuestro país, en parte por la utilización de las fuerzas armadas y corporaciones como la Guardia Nacional, que carecen de capacitación para el trato con personas migrantes.

Además, las violaciones a sus derechos humanos las realizan también actores que no son parte del Estado, sino se trata delincuentes e integrantes del crimen organizado, pero muchas veces coludidos con los agentes migratorios.

“El panorama de sus actores es muy amplio, van desde personas individuales, es decir, personas que hasta podríamos pensar que no son delincuentes, pero que se aprovechan de las personas por su condición, hasta organizaciones. Van pasando por bandas que operan en determinados puntos críticos, en donde saben que hay tránsito de migrantes y bandas del crimen organizado que crecientemente se han involucrado también en esta actividad, pero a la vez muchas de esas posibilidades de operación de ellos ocurre porque se coluden con agentes de autoridad y con ello se establecen vínculos de autoprotección, de complicidad, que generan espacios de control del tránsito de los inmigrantes y, por lo tanto, donde son víctimas de muchos abusos”, explica el académico.

A su paso por México, las personas migrantes tienen alto riesgo de padecer abusos o sufrir accidentes.

‘Ilegal’, ‘rescatar’ y otros términos

Alrededor del fenómeno migratorio existen muchos eufemismos de las autoridades, que tratan de esconder detrás del lenguaje los abusos que realizan contra las personas migrantes que, lejos de ser delincuentes, sólo buscan la mejora de su calidad de vida.

Por ello, el académico considera que es erróneo el término “ilegal” para referirse a una persona migrante.

“La mayoría de ellos está en condiciones de vulnerabilidad porque saben que su situación es irregular, la mayoría ingresa sin autorización, para decirlo de alguna manera. Yo comparto la postura de muchas organizaciones y de muchos colegas de no llamarlos ilegales, porque no lo son, sino que son personas que no están autorizadas para ingresar y entrar a territorio nacional, mucho menos para desarrollar actividades lucrativas, remuneradas, pero sabedores de esa situación buscan pasar inadvertidos lo más posible y en esa circunstancia son víctimas fáciles de personas que, al percibir su situación, tratan de aprovecharse de eso, les ayudan para evadir los controles migratorios, para transitar por territorio nacional, para llegar a la frontera norte, en fin, todas esas situaciones que sabemos que son parte de la dinámica de internación y tránsito en un intento de cruce de la Frontera Norte”, apunta el especialista.

Respecto a si esta postura de trato a los migrantes por parte de México es hacerle el juego sucio a Estados Unidos, es algo que se viene comentando desde el principio de este siglo, cuando se acuñó el término de La enchilada completa, creación del entonces canciller Jorge Castañeda y que hacía alusión a una reforma migratoria que hasta hoy ha sido sólo una ficción.

“El papel que ha jugado México en relación a la política de Estados Unidos es algo que se viene diciendo desde hace muchos años porque justamente el endurecimiento de las acciones migratorias viene, así como de manera muy clara, desde 2001. En este momento, México había llegado a una situación muy particular con el proceso de negociación con el gobierno de Estados Unidos para la llamada reforma migratoria. El acuerdo migratorio que se pretendía, que también coloquialmente se conoció como ‘La enchilada completa’, y en ese proceso uno de los elementos que estaba detrás, subyacente al tema, a la negociación, era cuál iba a ser el papel de México en relación a los flujos porque ‘la enchilada’ se refería a acciones que el gobierno mexicano tomaría en relación a su propia dinámica migratoria, pero qué iba a pasar con la otra, era un tema que no estaba sobre la mesa”, rememora Manuel Ángel Castillo.

Y continúa: “Entonces, como eso coincidió con los ataques a las Torres Gemelas, esos ataques que fueron los que detonaron el tema de la política de seguridad y como la política de seguridad de Estados Unidos, se encimó, por decirlo así, a su política migratoria y a su manejo de la relaciones fronterizas y, en general, nos afectó a todo el mundo. Literalmente, a todo el mundo, porque en todos los aeropuertos del mundo cambiaron los protocolos de seguridad, pero particularmente en el caso de México como país vecino, eso fue más ostensible”.

En este accidente carretero fallecieron dos migrantes.

Lo que está claro es que las personas migrantes en su mayoría se trata de gente que busca una mejor calidad de vida para sus familias o bien que huyen de una situación de violencia en su país de origen. Otras narrativas, como la de posibles atacantes que hayan ingresado por la Frontera Sur, están lejos de poderse documentar, explica el especialista del Colmex.

“Nunca se demostró que fuera la frontera mexicana un lugar de riesgo para el ingreso de terroristas, como siguen diciendo los republicanos. Eso no se ha demostrado nunca, y lo que ha ocurrido es que tanto en Centroamérica, Sudamérica y ahora son muchos países de donde están llegando migrantes, venezolanos, cubanos, por un cúmulo de razones, tanto por razones laborales o económicas, como se suele decir, como también por razones de persecución, de conflicto político”, expone el experto.