Expertos en seguridad alertan por la envidia, que puede derivar en actos de violencia.

“La envidia, ese sentimiento de deseo y resentimiento hacia los logros, habilidades, posesiones o características de otra persona, acompañado por la sensación de injusticia o desigualdad al compararse con ella, si no se maneja adecuadamente, puede conducir a resultados negativos, como la violencia y la delincuencia”, explica un resumen del Manual de Seguridad firmado por David Lee.

“En sociedades donde existen brechas significativas entre grupos socioeconómicos, es más probable que se desarrolle este sentimiento en aquellos que se encuentran en una posición de desventaja, pudiendo dar lugar a comportamientos violentos o delictivos para dañar a quienes envidian, o para obtener lo que consideran que les ha sido negado injustamente”, explica el especialista.

Hay personas que, ante la envidia, encuentran formas constructivas de canalizarla, como buscar la superación personal, adquirir nuevas habilidades o enfocarse en sus propios logros sin compararse constantemente con los demás, pero para evitar que la envidia se convierta en un factor de violencia y delincuencia, es necesario tomar en cuenta una serie de recomendaciones:

1. Cultivar la gratitud

En lugar de centrarse en lo que no se tiene, enfócate en lo que sí tienes. Apreciar y valorar tus propias bendiciones puede ayudarte a reducir la envidia hacia los demás.

2. Evitar la comparación constante

La comparación constante con los demás puede alimentar la envidia. Recuerda que cada persona tiene su propio camino y circunstancias únicas. Enfócate en tu propio progreso y crecimiento personal.

3. Practicar la empatía

Trata de comprender las circunstancias y experiencias de los demás. Reconoce que todos enfrentamos desafíos y dificultades en diferentes momentos de la vida. La empatía puede ayudar a desarrollar una perspectiva más compasiva y reducir la envidia.

4. Enfocarse en el crecimiento personal

Establece metas realistas y trabaja para alcanzarlas. Concentra tu energía en desarrollar tus habilidades y capacidades, en lugar de preocuparte constantemente por lo que otros tienen.

5. Promover la equidad y la justicia

Participa activamente en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Contribuye a reducir las brechas sociales y económicas, abogando por políticas y acciones que promuevan la igualdad de oportunidades.

“La envidia es un callejón sin salida, pero el desarrollo personal y la promoción de la equidad son caminos que nos conducen hacia un futuro más prometedor y enriquecedor para todos”, refiere David Lee.

Hay que ser realista con las posesiones que tenemos y plantearnos metas para mejorar.