Alerta por Día del Amor: la falta de deseo sexual puede ser síntoma de COVID

La falta de deseo sexual o reducción de la libido es uno de los síntomas del denominado LongCOVID o COVID persistente.

Ya viene el día del amor y la amistad y las parejas suelen tener encuentros románticos, pero esta fecha puede ser un recordatorio de un problema persistente: la falta de deseo sexual.

“El estrés, la edad, cambios hormonales, algunas enfermedades pueden generar reducción del apetito sexual”, afirma la doctora Esmeralda Bastidas Valenzuela, experta en medicina regenerativa y directora fundadora de Neoclinic.

Una reciente investigación publicada en la revista Nature reportó diversos cambios fisiopatológicos derivados de la infección de COVID-19, que ha denominado Long Covid o Covid persistente.

De acuerdo con el estudio, titulado Long COVID: major findings, mechanisms and recommendations, el Covid persistente afecta a al menos 10% de quienes padecieron esta infección y ocasiona más de 200 síntomas que impactan a muchos órganos, incluyendo los sexuales.

Entre los cambios fisiopatológicos se encuentran disfunción eréctil y cambios en el periodo menstrual (menstruación irregular, aumento de síntoma premenstruales y menstruación infrecuente), factores vinculados con desequilibrios hormonales que inciden en la reducción del deseo sexual.

Se estima que 65 millones de personas en todo el mundo tienen COVID prolongado y los casos aumentan diariamente.

Sin deseo

A esta realidad derivada del COVID se suman problemáticas anteriores reportadas por diversas investigaciones.

El estudio Trastorno de deseo sexual hipoactivo femenino y masculino, publicado en la revista Sexología y Sociedad, revela que “la prevalencia de problemas sexuales, particularmente los relacionados con el deseo sexual, es alto en mujeres con edad de 44-65 años, en muchos casos secundario a problemas de lubricación por la caída de los estrógenos”.

O

tro estudio, titulado Prevalencia del deseo sexual inhibido en mujeres en edad fértil y factores relacionados, publicado por la revista Ciencia y Enfermería de la Universidad de Concepción, Chile, muestra que 34.9% de las mujeres presenta, en algún grado, inhibición del deseo sexual.

Finalmente, un estudio publicado en la revista Journal of Sexual Medicine llevada a cabo mediante entrevistas realizadas a través de Internet a 5 mil 255 hombres heterosexuales de Portugal, Croacia y Noruega, reveló que el 14.4 por ciento de los encuestados mostró una reducción de deseo sexual, y las principales razones fueron el cansancio y el estrés laboral.

Salvo la revisión médica, una de las soluciones puede ser la aplicación de un chip denominado Neochip, que ayuda en algunos casos al equilibrio del metabolismo, mejora el estado de ánimo y la concentración, incrementa la energía física y sexual, aumenta el apetito y la resistencia sexuales, reduce la ansiedad, el estrés y la irritabilidad, favorece la hidratación y disminuye los dolores de cabeza.