Creado en Acapulco por Enrique Corcuera, este deporte combina entretenimiento, salud y una creciente popularidad internacional.
15 de enero del 2025.- Nacido casi por casualidad en México, el pádel se ha convertido en un deporte que conquista corazones y canchas alrededor del mundo. Con beneficios físicos y sociales, esta disciplina ofrece una experiencia única que hoy está de moda en Europa, América Latina y más allá.
En la década de 1960, Enrique Corcuera, un residente de Acapulco, Guerrero, buscaba evitar que las pelotas de un juego improvisado se perdieran en la vegetación de su casa. Así, adaptó un espacio cerrado con paredes alrededor de la cancha y desarrolló un conjunto de reglas que permitían utilizar esas paredes como parte del juego. Sin saberlo, había dado origen a un deporte que años después conquistaría el mundo.
El príncipe Alfonso de Hohenlohe llevó el pádel a España en 1968, donde construyó las primeras canchas en el Hotel Marbella Club. Poco tiempo después, el deporte llegó a Argentina, donde se consolidó como una actividad masiva y hoy es el segundo deporte más practicado del país, después del fútbol. Desde entonces, el pádel ha crecido exponencialmente, con eventos internacionales como el World Padel Tour y campeonatos mundiales que atraen a jugadores y espectadores de todo el planeta.
Una de las razones del éxito del pádel es su accesibilidad. La cancha, más pequeña que la de tenis, facilita el juego en parejas y permite que personas de todas las edades puedan practicarlo. Además, el uso de paredes hace que las jugadas sean más creativas y emocionantes, lo que incrementa la diversión.
El pádel no solo es entretenido, sino que también contribuye significativamente al bienestar físico y mental. Entre sus beneficios destacan:
- Mejora de la condición cardiovascular: La actividad constante en la cancha incrementa la resistencia y fortalece el corazón.
- Incremento de la coordinación: Los movimientos rápidos y las jugadas estratégicas mejoran la sincronización entre mente y cuerpo.
- Quema de calorías: Una hora de juego puede quemar entre 400 y 600 calorías, lo que lo convierte en una excelente opción para mantenerse en forma.
- Reducción del estrés: La interacción social y el carácter lúdico del pádel ayudan a liberar tensiones.
El auge del pádel se debe también a su carácter inclusivo. No se requiere un nivel avanzado de habilidad para comenzar a jugar, lo que lo hace ideal para principiantes. Además, su popularidad ha crecido gracias al impulso de figuras públicas y eventos de alto perfil en países como España y Argentina. Redes sociales y torneos televisados también han ayudado a consolidar su posición como uno de los deportes más practicados y admirados de la actualidad.
Desde su origen en México hasta su consolidación como fenómeno global, el pádel representa una combinación perfecta de historia, salud y entretenimiento. Hoy, más que nunca, su legado sigue creciendo, demostrando que las mejores ideas a menudo surgen de las soluciones más simples.
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