Muy cerca de cumplir 10 años en el mercado de los libros, la Editorial Cuadrivio se mantiene como un esfuerzo por cubrir a un público que no se queda contento con lo que hay en las grandes librerías de cadena y busca ir más allá en la exploración de géneros literarios.
Por ello es que este esfuerzo ha apostado por categorías que otros difícilmente tienen en el radar, como el cuento, narrativa breve, ensayo imaginativo y el aforismo que, a decir de Héctor Baca, “va a caballo entre la creación y el pensamiento”.
“Cuadrivio este año va a cumplir 10 años, una década de hacer libros, es una editorial independiente, prácticamente nace con el objetivo de ser un lugar donde se tenga voz, pero que se apueste por la literatura, es decir, hay muchos géneros que están lejos de estos grandes grupos editoriales que no se publican, como es el cuento, como es el aforismo y la poesía, prácticamente estas tres grandes colecciones son las que tiene la editorial”, platica Héctor Baca en charla con Retruécano con Juan Jesús García y Julio Ramírez.
La idea de ser independiente, si bien no deja las grandes utilidades, no provoca desembolsos pero tiene otras grandes “ganancias”, como el acercamiento con autores internacionales con la satisfacción implícita de traerlos al mercado mexicano para el encuentro con los lectores.
“Publicas a autores nacionales pero también vas publicando autores internacionales que sean de tu gusto y que sabes que tienen un impacto importante dentro de tu catálogo”, explica el editor.
La charla con Héctor Baca está disponible en YouTube. En ella, el periodista con más de tres décadas de experiencia con la edición, cuenta cómo arrancó con este proyecto, ante la debacle de las grandes casas vendedoras de libros por inclinarse sólo por las ventas y dejar de lado a interesantes proyectos literarios.
“En la única libreria en que no estamos es en Gandhi porque es un proyecto que se ha alejado muchísimo de todo lo que tiene que ver con la verdadera literatura, y con la apuesta de proyectos que no buscan tanto en enriquecerse ni el enriquecer a los autores, y obvio a los editores tampoco, pero que sí pretende mostrar y entregarle al público lector libros de buena manufactura”, explica.
“Roberto Calasso, un gran editor que admiro y quien murió hace un par de años, decía que la tarea más fácil y más difícil es ser editor, porque lo único que va a determinar lo que publicas es tu gusto. Si tienes mal gusto publicarás malos libros, si tienes buen gusto seguramente andarás por el buen camino”, expone Héctor Baca.
El director de la Editorial Cuadrivio explica por qué buscó alejar del catálogo de su editorial del género novela, que aparentemente es el que domina el mercado de las grandes ventas en México.
“Los grandes grupos, o los holdens, están interesados en que se desplace este tipo de narrativas, es decir, la novela, y yo veo como editor independiente que apostar por la novela es un poco complicado porque los autores antes de ofrecerte un libro inédito, de ofrecerte una obra, lo han llevado a todas las editoriales y la mayoría de los libros que llegan son descartes. Sé también que muchas editoriales grandes, o de esos grandes grupos, no apuestan tanto por la literatura o por proyectos imaginativos, creativos, o por libros que saben que no necesariamente van a tener un mercado inmediato”, expresa.
Para Héctor Baca, todo tiene que ver con golpes de suerte, tesón e insistencia, ya que la Editorial Cuadrivio ha concursado por becas internacionales, sobre todo de traducción, que ha ganado y eso le permitió allegarse de recursos económicos.
“Siempre los libros se han vendido, se han acabado, han tenido alguna beca y conforme vas teniendo cierta consistencia y cierto reconocimiento, también puedes participar en otro tipo de proyectos. La editorial ha recibido varios premios internacionales para traducciones, sobre todo, del Instituto Goethe, de la Casa Francia, del Instituto Camões. Estas becas se han ido sumando y te van dando dinero y posibilidad de continuar con los proyectos, y obvio también las ventas”, afirma.
Autores aliados
Otra realidad es que en el camino ha contado con la complicidad de los autores, ya que es poco probable que se obtengan ganancias. Pero, afortunadamente, no existen pérdidas de dinero.
“Un autor sabe que cuando publica en una pequeña editorial, prácticamente le vamos a pagar con libros y sé que no es lo correcto pero es un esfuerzo que hacemos ambos para poder mantener en circulación este tipo de literatura”, sostiene.
En el inicio del proyecto de Editorial Cuadrivio, comenta que pensó en crear una editorial híbrida, con producción más cargada a lo digital, pero el peso cultural del libro con la materialización en el papel es importante y “los autores no sentían que habían publicado el libro si sólo era en bits o algo inasible”.
Si bien el proyecto cuenta con libros digitales, audiolibros y ha pensado en una idea de libro más integral que incluya experiencias interactivas con ayuda de la tecnología, el proyecto cuenta con algo interesante del pasado, como lo es la presencia de un editor. Por ello, Héctor Baca dice dudar de la autopublicación, ya que en este proceso editorial se llega a carecer de esta figura, necesaria para la creación de un buen producto.
“Yo no creo mucho la autopublicación. Yo no dudo que haya talento, que pueda pasar sin las manos de un editor, pero siempre he creído que un editor es quien le da sentido a algo, con quien puedes dialogar, con quien puedes realmente saber cómo está funcionando el ritmo de un libro porque hacer un libro es como hacer una obra de arte, es decir, tienes la masa pero hay que moldearla y hay que saber si la intensidad —hablando de poesía—, si los poemas se van comunicando; cómo lo vas moldeando y al final hasta qué título le vas a poner”, expone Héctor Baca.
“Muchas veces la autoedición tiene que ver más con un sentido de la gente que está deseosa por publicar, que quiere ver publicado algo, sin que necesariamente tenga la calidad para publicarse. Es decir, no todos podemos ser astronautas y no todos podemos ser lo que deseamos ser, podemos ser entusiastas y eso no está mal, pero creo que así como hay escritores profesionales, hay editores profesionales que van a conducir a este tipo de obras para que lleguen a un mejor puerto”, añade el editor.
Revisa algunos otros programas Retruécano, librería para curiosos, como el dedicado al Boom Latinoamericano y otro sobre los fraudes editoriales.