Dicen que las “bolitas de personas” son para robar… y esto es en parte cierto.
Los ladrones tienen procedimientos de estudio de las personas potenciales víctimas a quienes observan sus comportamientos antes de “dar el golpe”.
“Muchos delincuentes buscan el lugar y momento idóneo que les ofrezca la oportunidad para atacar a sus víctimas, no obstante, algunos otros generan dicha oportunidad mediante engaños, para distraerlas y cometer diversos tipos de robos en distintos escenarios”, indica un reporte de David Lee, especialista en seguridad.
El autor es especialista en seguridad y escribió el Manual de Seguridad, un compendio de consejos para que los ciudadanos estén siempre al pendiente de un posible robo o ataque en su persona en los diferentes contextos y situaciones, desde el transporte público hasta durante las vacaciones, en familia o con amigos.
El documento asegura que entre algunas de las principales formas de engaño que usan los criminales esta la “ropa manchada”.
“El delincuente, con un pañuelo o toalla desechable en mano, se aproxima a su víctima en la calle, indicándole que algo acaba de caer en su ropa y le ha manchado la espalda, al tiempo que comienza a ‘limpiarla’. La persona, un poco desconcertada, lamenta la situación y agradece el gesto. Para facilitar la maniobra, accede a la ayuda que se le presta para quitarse la gabardina o chamarra”, explica David Lee.
“Al momento de estar ‘asistiendo’ a la persona, el delincuente, sustrae de los bolsillos su cartera o cualquier objeto que encuentre. Algunos van preparados con pinzas o tijeras para cortar, robar su bolso y salir corriendo”, añade.
Siempre atentos al embuste
La información turística también es un gancho para hacer un atraco o engaño.
“En cafeterías o restaurantes, el delincuente, en muchos casos una mujer, al observar que una persona coloca sobre la mesa su teléfono, lentes u objetos de valor, se aproxima a ella y despliega sorpresivamente, ante sus ojos, un mapa o publicidad turística sobre la mesa para preguntar por alguna dirección u ofrecer algún servicio o promoción turística”, dice el autor.
“Mientras la persona le da instrucciones o agradece la oferta indicando que no de su interés, el delincuente la roba, sin que la persona se dé cuenta, por estar bloqueada de su vista con el folleto, alguna de sus pertenencias”, advierte.
Otra estrategia es el “derrame de bebidas”. En cafeterías, los delincuentes operan en bandas perfectamente organizadas y seleccionan como víctimas a personas que se encuentran en alguna mesa trabajando en su computadora.
Entonces, un delincuente se sienta en una mesa junto con la víctima y el otro, generalmente una mujer, al pasar a un lado de la víctima, finge un tropiezo y derrama una bebida encima de la persona.
“La persona se levanta desconcertada y un poco molesta, al tiempo que el delincuente se disculpa y apresta para ayudarle a limpiarse y la conmina a ir al baño ofreciéndole cuidar sus cosas. En la distracción o la ausencia de la persona, las pertenencias de la víctima son tomadas por el cómplice quien desaparece en un abrir y cerrar de ojos de la escena”, indica.
En tanto, en caso de una caída también es posible que lo roben. En supermercados, los delincuentes de baja estatura, generalmente mujeres, se aproximan a sus víctimas -igualmente mujeres- y piden ayuda para alcanzar algún producto en las repisas altas. Al ayudarles y extender sus brazos para alcanzar la cosa, el delincuente sustrae de su bolsa el monedero o cualquier objeto de valor que encuentre.
“El delincuente, generalmente una mujer, selecciona como víctima a otra mujer, que ha colocado su bolso en el carrito de supermercado. Se aproxima a ella y camina delante de su carrito. Intempestivamente se detiene y la persona choca con ella. El delincuente al ser ‘atropellado’ finge una caída y la persona por reflejo corre a asistirla y disculparse. Mientras eso sucede, un cómplice sin problema, por estar distraída la persona, toma la bolsa y desaparece del lugar”, explica David Lee.
Hay muchas estrategias
Es importante conocer estas estrategias que utilizan los ladrones para estar alerta todo el tiempo, ya que utilizan distracciones diversas. Tenga mucho cuidado con las personas extrañas que se acercan a conversar.
“Habiendo seleccionado como su víctima a una persona que se encuentra esperando a alguien en los sillones o bancas de plazas comerciales y que tienen a su lado bolsas de compras, el delincuente se le aproxima y finge conocerla: ‘Hola, a ti te conozco, recuérdame tu nombre, ¿hace cuánto que no nos vemos?’. La persona intentando identificar a la persona se distrae y un cómplice del otro, roba sus compras”, explica David Lee.
El mejor consejo es dejar de confiar siempre de las personas que no conozcamos y se acerquen con nosotros, explica David Lee.
“Desconfía de personas que te aborden para ayudarte de alguna manera en circunstancias poco usuales, preguntarte cosas o decir que te conocen. Mantente alerta ante este tipo de artimañas, no te apartes de tus cosas y atiende las recomendaciones de seguridad para cafeterías y hostspots, así como para lugares públicos”, detalla.