Es la historia de la política mexicana que retrata la realidad actual. Dirigida por Luis Estrada, el film protagonizado por Damian Alcázar y Joaquín Cosío se estrena el 23 de mazo en 3 mil 200 pantalllas de todo el país.
Luis Estrada es el director, productor y escritor de “¡Qué viva México”, y ha calificado su obra como una sátira política y una comedia negra. “Es una película que quiere reflejar la idiosincrasia mexicana”, expresó Estrada en entrevista con Ciro Gómez.
¡Qué viva México! reflexiona con mucho humor negro sobre nuestra idiosincrasia; y sobre la terrible polarización y la grave intolerancia que todos vivimos y padecemos en los tiempos de la autollamada “Cuarta Transformación”, se lee en la presentación de la obra.
Con un espectacular reparto encabezado por Damián Alcázar, Alfonso Herrera, Joaquín Cosío, Ana de la Reguera, Ana Martín y Angelina Peláez; todos ellos acompañados por un cuadro de grandes actores sin precedente en la historia del reciente cine mexicano, ¡Que viva México! es una superproducción de más de tres horas de duración, que a nadie dejará indiferente y que seguramente despertara un gran debate sobre el estado de las cosas en el país y hacia dónde nos encaminamos en un futuro cercano.
Esta película que en su mayoría fue financiada por Netflix no logró apoyo económico de la administración federal, precisó Estrada al ser cuestionado al respecto, destacando que en las anteriores obras La Ley de Herodes, El Infierno y la Dictadura Perfecta, pese a las críticas al gobierno, logró financiamiento.
Sinopsis
Veinte años atrás, Pancho Reyes, un próspero y “aspiracionista” clasemediero, abandonó su pueblo y se olvidó por completo de su numerosa y empobrecida familia.
De manera inesperada, un día recibe la noticia de que su abuelo, Don Francisco Reyes, un viejo y rico minero, ha muerto y que él es uno de sus posibles herederos. Motivado por la avaricia y acompañado de su mujer, sus hijos y su sirvienta, Pancho viaja al remoto y ruinoso pueblo de La Prosperidad, para al fin reencontrarse con su muy resentida familia.
Pero la presencia de Pancho, que siempre fue el favorito del abuelo, y al que todos sus parientes consideran un arrogante, ingrato y malagradecido “fifí”; y la posibilidad de que sea uno de los herederos, despiertan la envidia, el rencor y el odio guardado por tantos años, ocasionando una batalla campal. Una guerra a muerte por la herencia en la que todo se vale entre Pancho y su esperpéntica y folclórica familia: Los Reyes de La Prosperidad.