La actividad sexual es una parte importante de la vida. No sólo puede ser divertida y placentera, sino que también nos ayuda a relajarnos, dormir mejor, reducir el estrés, sentirnos cercanos a los demás y, en consecuencia, mejorar nuestras relaciones sociales, además de reforzar nuestro sistema inmune.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la salud sexual es relevante desde la infancia hasta la edad adulta, y no sólo durante los años reproductivos.
Un estudio reciente en Estados Unidos encontró que de 2009 a 2018 ha habido una declinación de la práctica sexual. Según el artículo, publicado en noviembre de 2021 en Archives of Sexual Behavior, la actividad sexual disminuyó en todas las categorías, desde la masturbación en solitario hasta el sexo oral y otras prácticas sexuales, incluido el coito pene-vaginal, el sexo anal y la masturbación en pareja. Los hallazgos muestran que los adolescentes también se masturban menos.
Los numerosos beneficios de la actividad sexual están entre las razones por las cuales los investigadores están preocupados por esta declinación en diferentes países.
Muchas parejas ahora, deciden obtener placer sexual mediante otras prácticas de contacto físico, de estimulación de órganos para llegar al placer sin necesidad del coito.
“Las prácticas sexuales y su frecuencia han cambiado con el tiempo; el coito, ha sido resignificado. Ha habido cambios importantes porque, en los diversos niveles educativos hay mayor educación para la salud sexual, lo que implica que hombres y mujeres ven en el acto sexual una posibilidad de placer, pero también una posibilidad de riesgo con consecuencias como el embarazo en los adolescentes, o alguna infección de transmisión sexual”.
En algunos estudios se ha comprobado que, a mayor educación integral de la sexualidad, menor búsqueda de contacto sexual.