Por: Ar Mendoza
Ante la obligada reflexión y el recuento de daños en Morelia, en Michoacán y en el resto del país; no queda más que decir que ha sido un periodo de antesala para las próximas elecciones. Si bien es cierto que la sucesión presidencial, el sufragio para alcaldes, diputados locales, federales y senadores concurrirá hasta el 2024. El 2023 será un año fugaz que traerá consigo una gran carga política en el país. Todo lo anterior, debido a que a los representantes populares se les acaba la chamba.
Con base en todo lo vivido, les puedo asegurar que no dejo de sorprenderme de la gran obra teatral que trae consigo la escena política en el Estado y que este 2022 sorprendió con el regreso de actores políticos, que pensábamos estarían muy en el fondo del imaginario colectivo. Pero como recita el dicho: “en la política no existen cadáveres, sino muertos vivientes”.
Cuando ya nada podía sorprenderme dentro de la ‘grilla’ mexicana, apareció una notificación en mi Facebook que decía: ‘PRD Michoacán está transmitiendo en vivo’, la curiosidad se apoderó de mí y abrí la publicación… se trataba del ex mandatario estatal; Silvano Aureoles, anunciando una gira por Michoacán para continuar su búsqueda por la candidatura a la Presidencia de México. El cinismo y la soberbia se habían convertido en sinónimo…
El Día de los Santos Inocentes parece eternizado dentro de la vida pública del país, ya que las aspiraciones de Silvano no son las únicas que sorprenden; sino que este 2022 trajo consigo una serie de incidentes que dejaron boquiabiertos a propios y a extraños. Ejemplo claro de ello es la ‘supuesta’ defensa de la ‘democracia’ por parte de un sector de la oposición que enajenada lanzaba consignas como: ‘el INE no se toca’ o ‘la democracia está en riesgo’. Lo curioso del caso, es que esa protesta era encabezada por personajes como Marko Cortés, líder nacional del PAN, o como un tal ‘Alito’ Moreno, que curiosamente se aferró al poder a través del consejo nacional del PRI y será líder del tricolor hasta el 2024…. vaya demócrata.
Si el 2022 se convirtiera en una novela política, seguramente se titularía: ‘La eterna incongruencia de la banalidad’. Es más, si hace tres décadas nos hubieran contado que el PRI sería un incansable defensor de la ‘democracia’ en México, se los prometo que no se lo creería nadie. Pero en estos tiempos cualquier cosa puede convertirse en realidad.
No obstante, si nos vamos más a lo local, podemos encontrar el claro ejemplo de un año envuelto en una constante mentira, una falsedad que nos cuentan todos los días repitiéndonos una y otra vez que ‘Morelia brilla´, bajo el cobijo de un slogan que no hace más que inundar las redes sociales con publicidad para que, aunque sea en lo mediático, pueda generar un poco de resplandor… ya que en lo tangible se ven escasos avances.
El destape de ‘corcholatas’, su guerra dentro de las redes sociales y fuera de ellas, ha traído también un año de posicionamiento electoral de cara a la sucesión presidencial, que podría ser clave en 2023. No olvidemos que las elecciones de Coahuila y del Estado de México están a la vuelta de la esquina y servirán como antesala para el 2024. No olvidando que varios ‘aspirantes’ deben mostrar ese famoso ‘músculo político’, que seguramente será uno de sus propósitos de año nuevo.
El 2022 trajo consigo sorpresas, emociones y reacciones. Año mundialista, año de especulación y sin duda… el primer episodio de la serie titulada ‘2024, la sucesión’.