El déficit de atención (TDHA), los problemas de conducta, la ansiedad y la depresión son los trastornos más comunes diagnosticados a niños y adolescentes a nivel mundial, alerta la organización civil Voz Pro Salud Mental CDMX.
La revista especializada Lancet indicó que, después de la pandemia, estos síntomas se han duplicado.
Los cálculos realizados por la ONG Save the Children y UNICEF señalan que dichos trastornos de ansiedad o depresivos casi se han cuadriplicado, pasando del 1.1% al 4%. Otros diagnósticos, como los trastornos de conducta o el déficit de atención e hiperactividad, también han escalado de forma muy marcada, subiendo del 2.5% al 7%.
En México, de acuerdo con el Gobierno Federal, sólo dos de cada 10 personas (20%) con algún problema o condición mental que requiere atención, la obtiene, y aquellas que logran ser atendidas no siempre reciben un diagnóstico adecuado.
La organización Voz Pro Salud Mental CDMX agrega que la educación emocional que brinda la familia, así como la escucha activa y la empatía son mecanismos importantes para que los niños y jóvenes tengan la confianza de exponer sus sentimientos, sus temores y sus frustraciones.
Los maestros y los padres de familia tienen una labor fundamental para observar los comportamientos de este sector social y, en caso de detectar algún comportamiento diferente, buscar la ayuda especializada, como un psicólogo que puede ser privado o a través de una institución pública.
La organización señala que, a diferencia de otras generaciones, los padres de esta época al notar que algo no está bien con sus hijos buscan la ayuda especializada para brindarles apoyo y obtener un diagnóstico oportuno que marque la diferencia. Además, los adolescentes que se sienten abrumados o que notan que algo no se encuentra bien en sus vidas, buscan ayuda.
Incluso, la apertura de algunos influencers en las redes sociales sobre los temas de adicciones o de sus trastornos mentales, han abierto este canal para que el tema de salud mental deje de ser un tabú y sensibilice a la sociedad.
“Es importante que los niños y adolescentes socialicen, que se rodeen con personas de su edad y que compartan intereses; además de procurarles una actividad para que se ejerciten”, comentó la maestra Gabriela Cámara, presidenta honoraria de Voz Pro Salud Mental CDMX.
“En estas edades de desarrollo cuidar las horas de sueño es muy importante; moderar la exposición a los dispositivos electrónico dos horas antes de dormir, ayudará a que su cerebro se relaje. Los beneficios de la respiración profunda disminuyen la ansiedad y nos lleva a un estado mental de paz. Intentar ejercicios como imaginar paisajes tranquilos o situaciones ideales, antes de dormir, es una práctica que induce al sueño con mayor facilidad, así como evitar ingerir durante el día demasiados hidratos de carbono y azucares artificiales”, indica Gabriela Cámara.