Por: Rafael Vásquez – Regional Vice President, Value Services Coupa
Focos amarillos en Estados Unidos. Este mes se ha registrado la segunda caída consecutiva de su economía, con lo cual ya se habla de que este país, técnicamente, ha entrado en recesión; lo anterior, sumado a la alta inflación que aqueja a los consumidores y el alza la tasa de interés del crédito, anticipa tiempos difíciles para las empresas y sus cadenas de suministro.
Ante ello, un menor dinamismo en el mercado más grande del mundo implica, como una de las primeras consecuencias, que los almacenes y cadenas de retail tengan un menor movimiento de mercancía, debido a una reducción de la demanda de los consumidores; ésto, al mismo tiempo, hará que los efectos de la recesión se vean reflejados en atraso en pagos a proveedores, impactando así a más supply chains globales.
En México, por ejemplo, la confianza del consumidor tuvo una reducción de 1.7% en julio de este año, de acuerdo con la medición que hace el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI); el componente, que mide las posibilidades de compra que dicen tener los consumidores, y que comparado con el de hace un año se redujo 1.1 puntos porcentuales.
Es decir que las posibilidades actuales de los integrantes del hogar, comparadas con las de 2021 , para realizar compras de artículos para su abasto diario, además de otro tipo de productos (como los electrodomésticos), se están reduciendo.
Prepararse frente a lo que viene
Bajo este contexto, ¿Cuáles son las compañías que podrán sortear esta situación?
Sin duda lo harán las organizaciones que cuenten con tecnología a partir de la cual obtengan datos para la toma de decisiones; hoy esto es posible ya que se cuenta con herramientas como la Inteligencia Artificial (IA) que ayudan a las empresas a anticiparse a escenarios complicados y, con ello, evaluar diferentes rutas para superar los retos que la economía internacional presenta.
En segundo lugar está la autosuficiencia financiera. Tomemos en cuenta que el crédito será cada vez más caro, por el aumento en las tasas de los bancos centrales; ahorrar y encontrar las fugas de capital en su empresa son puntos importantes para generar los recursos que se necesitarán en el futuro. Apalancar esta estrategia con la tecnología ayuda a realizar un trabajo más claro y certero para encontrar inconsistencias en el presupuesto y gasto de su compañía.
Es importante mencionar que, si se tiene visibilidad sobre los procesos de gestión del gasto de su empresa y logra mantenerlos controlados, podrá tomar decisiones que le ayuden a optimizar su negocio y fortalecerlo financieramente para crear resiliencia frente a los momentos económicos complicados que están sucediendo en el panorama internacional.
Como tercer punto, para las empresas y sus cadenas de suministro será importante replantearse la forma en la que están trabajando: ¿Cómo enfrentar este desafío? La respuesta está en realizar una evaluación de riesgos, identificar los componentes críticos con sus proveedores, además de planificar las ventas y operaciones de inventario.
Tranquilidad frente a la inflación
Mantener una buena operación en estas actividades le dará como resultado un margen de tiempo para identificar los movimientos del mercado y poder hacer o solicitar cambios en la cadena para sus próximas entregas. No olvide revisar la demanda y oferta, así como la planificación de las ventas y la operación del inventario.
En conclusión, si redefine y domina sus procesos internos apoyado en la tecnología podrá crear la resiliencia necesaria para que su empresa sea mínimamente afectada por los factores negativos de la economía actual. Procure tomar las decisiones adecuadas en el momento preciso, manteniendo comunicación constante con su equipo de trabajo y clientes.