Por Viridiana López
La Alianza por México debe replantear continuar caminando con un líder que violenta periodistas y en consecuencia atenta contra la democracia, que promueve la corrupción y representa la violencia estructural que se quiere erradicar.
Las palabras delatan a las personas, y el caso de Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, no es la excepción, porque sus dichos revelan la violencia estructural con la que se ha conducido y se conduce para alcanzar sus objetivos. Matar de hambre a los periodistas deja ver acciones que vulneran los derechos tanto de los comunicadores como de la propia sociedad mexicana, al impedir la libertad del ejercicio periodístico y el derecho a la información.
El periodismo y la sociedad deben sentirse ofendidos por tales declaraciones, pero también levantar las antenas, porque seguramente no es el único político con estas posturas de menoscabar el ejercicio periodístico en el país.
#RompeElMiedo
Día mundial del internet. Pronto llega Inrup