Por Viridiana López
El PRD en México prepara su relanzamiento. Será en el mes de diciembre cuando el Partido de la Revolución Democrática presente y discuta una propuesta de lo que será en los siguientes años y, entre éstas destacan dos temas. El primero es convertirse en un partido Social Demócrata y la segunda un partido de Feminista.
Después de perder el registro local en 15 estados de la República, porque no alcanzó la votación del 3 por ciento, la cúpula perredista se aferra a no desaparecer y desde hace dos semanas anunciaron en la Ciudad de México que, ya trabajan en la refundación del instituto político que se alzará como un partido socialdemócrata, para ello se firmaron 29 compromisos encaminados a esa finalidad.
Esto implica modificar su declaración de principios, programa de acción y estatutos, definiéndose como un partido socialdemócrata que los diferencie de los demás partidos y se convierta en una opción ciudadana para el proceso 2024. La socialdemocracia, como partido tiene como antecedente el Partido Obrero, que para 1890, en Alemania cambió por Partido Socialdemócrata, hasta la fecha.
Tomás Meyer, uno de los estudiosos de la socialdemocracia, lleva a la reflexión y debate en torno a este postulado las ideas de: libertad, igualdad/justicia y solidaridad como valores fundamentales de la Democracia Social. Considerando estos valores, el PRD está obligado a hacer una profunda reflexión sobre el quehacer político en su historia interna y la del país, llevar los principios de la socialdemocracia al debate interno para que la militancia los conozca y asuma, pero ¿Cómo comunicará a sus bases y a la ciudadanía este cambio de rumbo para convertirse en una opción política y electoral?, ¿Cómo la hará efectiva al momento de gobernar o legislar?
Sin duda será un camino interesante el que definirá este partido en las siguientes semanas. Lamentablemente en Michoacán el debate entorno a estos postulados se ve lejano, porque el perredismo michoacano sigue sumergido en la catarsis por los resultados electorales del pasado 6 de junio y están muy lejos de conocer, analizar y debatir el rumbo que tomarán en los siguientes años, aún sabiendo que su registro está en la cuerda floja y que no son una opción política para las y los ciudadanos.
Por lo pronto algo que cabe la pena destacar es la reforma hecha a los estatutos a principios de este mes, porque tanto el programa partidario, declaración de principios y estatuto se modificaron para garantizar el principio de igualdad sustantiva en el partido, instaurar la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia de Género y garantizar que los documentos básicos del PRD tengan lenguaje incluyente y no sexista.
De las calles a la conquista de la política