por Rigoberto Guzmán Uriarte
Definitivamente a Silvano le dolió la derrota. Y no solo es eso, se ve la desesperación, se nota que se siente vulnerado. Por lo tanto la jugada que está intentando podría poner dos panoramas, pero también podría estar matando dos pájaros de un solo tiro.
Primero hablaron de la intromisión de los poderes facticos en la elección, cuando es de conocimiento público que el silvanismo operó con toda la maquinaria gubernamental. E incluso obligaron a los trabajadores del gobierno y a otros actores, como los profesores de la UMSNH, para coaccionar su voto. Después hablaron de que fue la intromisión del narco, cuando todos los municipios en los que según ellos ganó Morena por esta razón eran o son gobernados por el PRD desde la entrada de Aureoles al Gobierno del Estado. Ahora es el mismo Silvano quien dice que esto amenaza la seguridad nacional e inclusive se habla de que buscó al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Lo que, en el caso de que así fuera, esto se configuraría como un delito de traición a la patria.
Pero esto no quedó ahí. Y es que en días pasados Silvano Aureoles, de forma “absurda y sin sentido”, pensaríamos todos, haciendo el ridículo con un banquito, decidió acudir a instancias que no eran competentes. Esto para atender las supuestas pruebas de lo antes mencionado. En donde, por obvias razones, no fue recibido ni por el Presidente de México ni por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ahora Silvano dice que acudirá a las instancias internacionales. Aun y cuando ni siquiera ha agotado las instancias internas. Y es éste uno de los requisitos fundamentales para poder acudir a instancias como la Corte Interamericana. Además, ahora emprende una gira por los Estados Unidos.
¿What? parece broma. Pero así es.
¿Cuál será la finalidad de todo este show, que claramente no pretende que se haga un proceso adecuado, en las instancias adecuadas y con los medios adecuados?
Convertirse en una víctima
Culpar al narco e intentar tirar la elección y tratar de poner en jaque al Gobierno Federal y al próximo Gobierno Estatal podría llevarlo al supuesto de convertirse en una víctima. Y así Silvano podría alegar que su vida corre peligro o que es un perseguido político. El acudir a instancias innecesarias para llamar la atención, buscar a los medios de comunicación, a las instancias internacionales e inclusive al presidente de los Estados Unidos (sobre todo esto último), es un pedido de auxilio anunciado. Esto quiere decir que, con la suma de lo anterior y dejando antecedentes con el vecino país, podríamos ver a Silvano pedir asilo político a los vecinos del norte.
Por otro lado, todos sabemos que uno de los caprichos de Silvano es ser el candidato presidencial en el 2024. Esto por la alianza opositora al Gobierno de la República. Y así irse de liso con el impulso de su candidato, vecino y compadre, Herrera Tello, como Gobernador del Estado. Lo que no sucedió así.
Es por eso que un servidor supone que en el segundo panorama, lo más probable es que, siguiendo el mismo camino y la misma estrategia, sumado el querer anular una elección ganada por el partido Morena, con un Gobierno Federal del mismo partido político y demás faramallas, Silvano buscaría posicionarse como un supuesto líder de la oposición. La cual, como todos ya sabemos, hasta el día de hoy es inexistente. Es así que Aureoles no busca llevar un proceso por las vías legales. Sino estar en el ojo del huracán, buscando colocarse como ese líder inexistente de la oposición. Esto rumbo al 2024, para buscar la Presidencia de la República.
El peor momento de la historia
Lo que es un hecho es que mientras el Gobernador se encuentra de gira y, en medios internacionales cual si fuera un rockstar, nosotros nos encontramos, me atrevería a decirlo, en el peor momento de la historia reciente de Michoacán.