por Miguel Antonio Magallán Guillén
Los días ahora son diferentes, todo es más tranquilo y más silencioso. Al menos para los triunfadores. Las campañas políticas han terminado después de los cuarenta y cinco días de un desenfrenado esfuerzo por parte de los candidatos. Que como tales, participan con la capacidad y ganas de triunfar. Señalo esto porque en la mayoría de los municipios de nuestro país existieron de dos a tres candidatos con partidos que ni picharon ni cacharon.
Los cuarenta y cinco días más ruidosos, escandalosos y movidos en los últimos tres años, días de trabajo arduo por parte de personas que están casadas e involucradas en los proyectos de los distintos candidatos.
Durante la campaña
Los municipios, los Estados y nuestro país dan un giro social importante. Los días se viven diferente, las pláticas ahora en un gran porcentaje son habladas de política. No faltan diferencias y opiniones diferentes. Y qué bueno sería que solo se quedara ahí, en un pensamiento o una forma de actuar diferente. El no coincidir no es malo, pero hay actores que no lo ven así. Un surgimiento de algo personal a base de cuestionamientos, de los cuales a veces ni somos testigos o no tenemos el testimonio real. Es válido el defender tus convicciones y lo que piensas, siempre y cuando los argumentos sean válidos y seguros. Pero continuamos con los efectos en el transcurso de las campañas políticas.
Otro aspecto importante a señalar, y que de verdad te llena de curiosidad y te deja intrigado en su totalidad, son las famosas encuestas. ¿Por qué comentarlo? A veces suena un poco curioso el escuchar o ver que cada candidato es ganador es su encuesta. Es decir, que hay más de una casa encuestadora mintiendo. Y lo que es peor aún, le hacen creer al candidato que es victorioso. ¡A la misma gente aun! Cuando ellos mismos saben que no lo es. Pero chamba es chamba, ¿no?
Lo que nos dejan
Los cuarenta y cinco días dividen a la gente en diferentes grupos. Así, están los capaces de asimilar la derrota y aceptarla. Y un grupo más serían los que, pasando meses después de la elección, siguen lamentándose y escondiéndose de la gente. Porque en campañas tuvieron muchos problemas y desencuentros. Se encuentran también los que apoyaron al candidato ganador y lo toman con tranquilidad y respeto ante toda la sociedad.
Y para cerrar, los que se aficionaron y defendieron a muerte a su candidato, que no les importó salir mal con su papá, con su mamá, con su tío o sus primos. Se quedó sin familia, pero con su candidato en la silla ganadora. ¡Qué cosas! ¿No?
Las ideas y los valores del alma son nuestras únicas armas
“Las ideas y los valores del alma son nuestras únicas armas; no tenemos otras, pero tampoco hay mejores”. Esta frase de don Manuel Gómez Morín creo que, a los que nos gusta el ámbito político, deberíamos de tomarla. Y es que la política está creada para un fin.
La gente está cansada de los cuarenta y cinco días. En un porcentaje muy bajo las personas se hicieron presente en las urnas, es de preocuparse y ocuparse, políticos y asesores de los mismos. Démosle a nuestra sociedad la tranquilidad y confianza que necesitan, no podemos darle el protagónico a quienes parece que quieren el antagónico. Necesitamos volver a creer y crecer, recuperar lo bueno perdido y sacudir y desechar lo malo existente. Recordemos: no te decepciones de la política. Ésta fue creada para ayudar y mantener a la sociedad sana en todos los rubros. Decepciónate del político que no la sabe llevar a cabo.
Miguel Antonio Magallán Guillén es Contador Público egresado del Tecnológico Nacional de México, Campus Jiquilpan. Fue ex presidente de la carrera de contaduría. Y actualmente es Secretario Municipal de Acción Juvenil Los Reyes, Director Municipal de la Juventud y ex jugador profesional de fútbol.