por Mario Hernández
A mediados de mayo, cientos de empresarios michoacanos respondieron al llamado
de Claudio X. González y Gustavo de Hoyos. Para mostrar su abierto respaldo al
entonces candidato de la alianza PRI-PAN-PRD, Carlos Herrera Tello. El objetivo
era claro: impedir el triunfo de Morena en la entidad. Y ganar la mayoría en la Cámara
de Diputados federal, allanar el camino para echar al Presidente López Obrador en
el referéndum del próximo año y ganar la Presidencia en el 2024.
Pero las proyecciones salieron mal. Alfredo Ramírez Bedolla ganó la gubernatura
en Michoacán. Y Morena alcanzó, junto con sus aliados, la mayoría simple en la
Cámara Baja del Congreso de la Unión y triunfó en 11 de 15 gubernaturas. Mientras
que Va Por México sólo triunfó en dos. Ahora la duda que se cierne sobre el grupo de
empresarios y de periodistas, que abiertamente le apostaron al candidato de la
alianza Equipo Por Michoacán, es ¿cuál será el trato que recibirán del próximo
mandatario estatal?
Dos corrientes al interior de Morena
Por lo pronto existen dos corrientes al interior de Morena: una que mantiene una
posición más conciliadora, teniendo en cuenta que de mantenerse el resultado el
próximo gobernador no contará con la mayoría en el Congreso local. Y deberá
negociar con la oposición prácticamente todos sus proyectos. Y otra más dura, que
se inclina por el cobro de facturas. Cuando menos a las cabezas que abiertamente
operaron contra Morena.
La reorganización interna dentro del movimiento será clave. Para conocer cómo operará
el próximo gobierno. Y desde ahora se comienzan a barajar los nombres de quienes
ocuparán las principales carteras dentro del gabinete estatal. Difícil decisión, porque
nuevamente se cierne sobre ellos la sombra del bajo perfil que operó durante la
administración de Leonel Godoy Rangel.
Y precisamente fue el ex mandatario michoacano de los pocos candidatos
morenistas que entregaron buenas cuentas a su partido, al ganar por una mayoría
abrumadora el distrito de Lázaro Cárdenas. Tan solo él obtuvo más votos que su
añejo contrincante en todo el Estado, Cristóbal Arias Solís.
Quien también entregó buena cuentas fueron dos neo morenistas: Juan Carlos
Barragán, quien logró rescatar el único triunfo de Morena en Morelia, y Carlos Torres
Piña, al obtener su grupo el triunfo en 21 de 25 municipios. Todo un logro, si se toma
en cuenta el total de municipios que obtuvo Morena en el Estado.
Elección a Tribunales
Desde hace dos meses la Coparmex, uno de los principales aliados de la alianza
PRI-PAN-PRD, había advertido sobre el riesgo de que el crimen organizado se
inmiscuyera en los comicios. Y hoy es uno de los principales señalamientos para
deslegitimar el triunfo de Alfredo Ramírez Bedolla.
Desde hace días han comenzado a circular opiniones sobre la presunta
participación de un grupo delictivo, que habría operado en el corredor de Tierra
Cliente a favor del Gobernador Electo. Acusaciones gravísimas si no se pueden
comprobar. Porque lastima la imagen del próximo gobierno. Por lo pronto, el
candidato perdedor, Carlos Herrera, dice que “no es lógico” que la ciudadanía haya
votado cruzado el pasado 6 de junio. Y no lineal como proponía Morena, que de
haber sido así, la alianza opositora hoy no tendrían mayoría en el Congreso ni en
los Ayuntamientos.
Análisis distinto y más sustentado fue el realizado por Jaime Darío Oseguera,
catedrático, notario y ex dirigente estatal del PRI, al reconocer la activa participación
ciudadana en la elección de sus autoridades municipales. Y decidir cambiar de
partido casi en el 75% de los Ayuntamientos para la próxima administración. Esto
demuestra que ni la reelección inmediata será sencilla para los alcaldes, ni el
llamado al voto lineal de los partidos es bien acogido ya por los electores.
Menudo trabajo tendrán los equipos jurídicos de los partidos para defender, unos, y
acusar otros, en temas tan delicados como los mencionados. Ahí, la alianza opositora lleva
mano, al contar con expertos en derecho electoral.