por Alfredo Juárez Maldonado
En los próximos meses estaremos en el proceso electoral más grande que hemos vivido en la historia de nuestro país y de nuestro Estado. Esta será una prueba de fuego para validar los postulados del presidente de la República y del partido político de Morena.
Esta coyuntura electoral le permitirá a la población de nuestro Estado decidir si la Cuarta Transformación es lo suficientemente atractiva como para refrendar su voto. O se regresa al viejo régimen o, en el peor de los casos, se abstiene de emitir una decisión. Y con ello favorecer al viejo régimen. La Cuarta Transformación en Michoacán sin duda tendrá grandes retos por delante. Y quien o quienes dirigen la operación política tendrán en sus decisiones la responsabilidad histórica del triunfo o la derrota de este gran movimiento.
El panorama de lo que se espera está por probar su suerte. Y con madurez es que tendremos que hacer los análisis correspondientes. Para saber cómo actuar en este naciente proceso electoral y con ello participar.
Punto de inflexión en la historia de Michoacán
Para entender con claridad esta parte de la historia en nuestro Estado es necesario analizar y reflexionar a conciencia. Esto sin caer en la subjetividad individual del momento histórico. Para este análisis haremos lo que comúnmente se dice un Análisis de Plaza.
Partiendo de este razonamiento y de forma neutral, entendamos que nuestro Estado no está en un mal momento. Pero tampoco estamos pasando por un buen momento. Por lo que sí estamos pasando es por un punto de inflexión, a tal grado que se ha dividido el poder en dos visiones. La primera es la Cuarta Transformación, encabezada en el Estado por Raúl Morón Orozco, en compañía de los institutos políticos de Morena y el PT. Y la segunda, la de Carlos Herrera Tello con la rara y tormentosa coalición Equipo Por Michoacán. La cual está integrada por el PAN-PRI-PRD. En esta segunda visión u oferta política, agregaremos a los candidatos y partidos políticos restantes solo como condimentos del gran proceso electoral.
Cuando hablamos de un punto de inflexión nos referimos a que esta dualidad instalará un nuevo Status Quo en el espectro político. Lo que llevará a un nuevo orden político, social y económico en el Solio de Ocampo. Este nuevo ordenamiento tendrá matices y colores, dependiendo de quién sea el vencedor el próximo 06 de junio del año en curso.
La Cuarta Transformación y Raúl
En el año 2002, Lázaro Cárdenas Batel tuvo la responsabilidad histórica de enfrentar con el PRD al viejo régimen, saliendo victorioso. De igual forma, hoy Raúl Morón Orozco tendrá una responsabilidad similar. Dado que ya enfrentó al régimen, imponiendo un nuevo Status Quo.
Hoy Morón abandera la Transformación en Michoacán, y enfrentará al régimen con el apoyo de todos los que creen en ella. El candidato asumió dos tareas fundaméntales: la primera, la de coordinar y hacer la unidad entre todos los grupos de Morena. Lo cual es un reto, al iniciar un trabajo arduo en torno a los conflictos internos. Y la segunda, ser un candidato de dos fuerzas políticas que, si bien son aliados, también se ven como competencia. Ya que al no ir en todas las candidaturas, se verán como rivales en las urnas, llevando a su candidato a la gubernatura a dividirse en dos partes. Lo cual representa un grave error político y de estrategia.
Con un escenario como éste, la Cuarta Transformación no se ve con un panorama alentador. Así, su mayor triunfo será el de convencer al electorado de que la propuesta de la esperanza sigue vigente y se puede materializar.
La coalición del viejo régimen y los condimentos
Nada mejor para describir a la alianza Equipo Por Michoacán que la canción La Belleza, escrita por Luis Eduardo Aute. Donde en un par de renglones se describe la escena que vieron nuestros ojos al momento de que se firmó la coalición PAN-PRI-PRD: Míralos como reptiles / Al asecho de la presa / Negociando en cada mesa / Maquillajes de ocasión […] Mercaderes, traficantes / Más que nausea dan tristeza. Decimos que nada mejor para describirlos de una forma poética. Pues el agua, el aceite y la gasolina parecen haber encontrado la fórmula para coexistir, para continuar perpetuándose.
Estas tres fuerzas políticas tuvieron que pasar por un proceso de metamorfosis para poder unir sus fuerzas. Olvidando su propia génesis e identidad, ésa que se les atribuyó durante años, para poder firmar ese pacto con sangre. Ese pacto representa el reto histórico de conciliar a los enemigos para hacerlos amigos.
La coalición Equipo Por Michoacán no las tiene nada fácil. Y es que una cosa es que dos o tres cúpulas guiadas por sus intereses logren ponerse de acuerdo. Y otra convencer a sus propias estructuras y al electorado de confiar en ellos. Son tres ofertas políticas que en pasado fueron enemigos acérrimos. Así, verlos de la noche a la mañana unidos no es tan fácil. Y más porque habrá muchas heridas que cicatrizar antes de poder avanzar. Muchas de ellas son de años.
En condimentos del viejo régimen englobaremos a los partidos más pequeños y a sus candidatos. Porque sin ninguna posibilidad de ganar, han decidido hacer su esfuerzo en busca del Solio de Ocampo. Entre estos condimentos podemos ubicar al Senador con licencia Cristóbal Arias Solís. Y a su partido Fuerza Por México. También a Juan Antonio Magaña de la Mora, quien encabeza al Partido Verde. Y a Hipólito Mora Chávez, con el PES, y Abraham Sánchez Martínez por RSP.
Estos partidos, que no tienen muchas posibilidades (o ninguna) de obtener el triunfo, terminarán siendo un apéndice del viejo régimen. Atrayendo un cierto tipo de población, sin que esto represente el triunfo. Pero también jugarán un papel de recepción de candidatos insatisfechos de otros partidos. Pues seguramente quien no logre estar en las boletas por su partido de origen, buscará refugio en los más pequeños.
Cabe mencionar que algunos de estos partidos están a favor del Presidente de la República, mas no de Morena. Y aunque no estén en contra del presidente y de la Cuarta Transformación, velarán por sus propios intereses.
Cualquiera que sea el vencedor el próximo 06 de junio del 2021, tendrá grandes desafíos por vencer y muchas responsabilidades históricas que cumplir. Y es que a la Cuarta Transformación le falta mucho por superar, antes de que inicie el proceso de forma oficial. Esperemos que esté en las mejores condiciones y que cuente con los cuadros más progresistas y mejor preparados, para que dé la batalla.