Por Claudio Méndez Fernández
La Ciudad de la Cantera Rosa, Morelia, se ha distinguido siempre, desde su
fundación, por su activa tradición artística y cultural. Ya desde sus tiempos
como Valladolid, los habitantes de la capital del Estado de Michoacán han
gustado de asistir a eventos culturales donde las artes y el pensamiento son los invitados de honor. Eso cuando no son ellos mismos quienes los organizan en sus propias casas, como sucedía en la Morelia vallisoletana con las denominadas Tertulias literarias. Donde los amigos se hacían uno para leer poesía, interpretar música o debatir sobre las corrientes del pensamiento más elevado.
Estas Tertulias literarias son la mejor muestra de cuánto ha importado el
desarrollo y la actividad cultural para los michoacanos y los morelianos. Y
explican, desde el punto de vista histórico, el porqué se ha mantenido viva esa tradición a través de los cuatrocientos setenta y nueve años de vida de Morelia. Decir que una ciudad ha colocado a la cultura, a las artes, al estudio y al pensamiento en el centro de su devenir social durante más de cuatro siglos se dice rápido. Pero denota, como ningún otro aspecto, el ser y quehacer de la población moreliana y michoacana.
Un pueblo acostumbrado al acercamiento al arte
Con esto en mente, se entiende perfectamente porqué Morelia es una ciudad estudiantil. Los jóvenes michoacanos toman como lo más natural el estudiar una carrera universitaria. Es el paso lógico tras terminar el bachillerato: antes de entrar de lleno a la vida laboral, la vida Universitaria, el paso por un instituto de estudios superiores no es solo recomendable, resulta natural para un pueblo acostumbrado al acercamiento al arte, a la cultura y al conocimiento.
Por este motivo, no es gratuito que estudiantes de otras entidades vengan al otrora Jardín de la Nueva España para realizar sus estudios profesionales en cualquiera de las ramas del conocimiento humano. Lo que sin duda también incluye los estudios artísticos. Porque además del rotundo éxito de la miríada de talleres artísticos y culturales que la ciudad tiene para ofrecer, se tienen instituciones como el Conservatorio de Las Rosas de Morelia, primer Conservatorio de Música de nuestro continente. El cual llena su matrícula año con año con estudiantes locales, nacionales e internacionales. Y es que la música y el resto de las artes han vivido, literalmente, en cada casa moreliana desde hace cuatrocientos años.
Múltiples festivales artísticos y culturales
Los múltiples festivales artísticos y culturales de la ciudad capital de Michoacán son también herencia de esa tradición cultural. Tampoco es obra del azar que de entre ellos se tengan los de mayor importancia nacional en su ramo. Como es el caso de los festivales internacionales de Música, de Cine y de Órgano. Siendo éste último, no por casualidad, el primer festival cultural de América. Cuando se tiene uno de los tres más grandes instrumentos musicales del continente, como es el caso del órgano de la Catedral de Morelia, resulta obligado arrancarle las notas desde las manos de los más inspirados ejecutantes. De hecho, el que tal instrumento se encuentre en la ciudad confirma, como si tal cosa hiciera falta, que Morelia nació para el arte y la cultura.
Ciudad de tradición, ciudad de vanguardia en el pensamiento, Morelia ama a sus habitantes y recibe con los brazos abiertos a quien deseé verla de cerca, sea de nuestro Estado, del país o del mundo. No importa si se nació en el antiguo valle de Guayangareo o si se está aquí de visita. Nada más pisar su suelo, es imposible no convertirse en un amante del quehacer artístico y cultural. Porque estar en Morelia es habitar dentro de una culta obra de arte.