Legisladores de oposición de la Cámara Baja muestran su preocupación ante el teléfono inteligente para votar y registrar sus asistencias
Morelia, Michoacán, a 11 de septiembre de 2020.– Adriana Dávila, diputada federal por el PAN, teme que ha vuelto a resurgir el espionaje a los legisladores federales. Y es que estos diputados temen estar siendo espiados desde los celulares que se les dieron para votar virtualmente. Así como para registrar sus asistencias, para evitar aglomeraciones en el salón de plenos y para evitar contagios masivos por el COVID-19.
“Las actividades que nosotros hacemos deben ser públicas, y son públicas. Sin embargo, sí hay una característica específica de este gobierno de Morena y su bancada, que es extensión de Morena. Y obedece a una sola persona, y que sí ha habido ocasiones en donde usa información de carácter político a conveniencia. De hecho, cuando se planteó el tema de mantener el dispositivo prendido, cuando se planteó el asunto de la ubicación para poder votar, pues sí fue una preocupación de varios. Sobre todo porque ellos te dan claves, ellos lo programan. Finalmente tienen el control de todo, y el tema no está fácil”, dijo Adriana Dávila.
Esto fue lo que la diputada panista, originaria de Tlaxcala, advierte. Y es que dice que este tipo de acciones son riesgosas. Y uno de los riesgos tecnológicos es un Cisen alterno para identificar sus locaciones. Así como la preocupación de porqué el celular debe mantenerse prendido. Dicho dispositivo es marca Samsung Galaxy A21s de 5,700 pesos, el cual tiene que pagar cada diputado.
Sin acceso a la contraseña
Otro punto importante es que los legisladores no pueden crear su propia contraseña. Ya que éstas son otorgadas por la Cámara de Diputados. Que fue lo que le sucedió al diputado chihuahuense Miguel Riggs Baeza.
“Eso es un espionaje: es una geolocalización de la persona a través de la Ley Orgánica de la Cámara de Diputados. Tú no creas tu propia contraseña y esto pasó entre ayer [miércoles] y antier [martes]. De repente los teléfonos se bloquearon, cuando supuestamente los podías activar con tu huella. Pero resulta que por una supuesta actualización del software, ellos son los que nos dan el código. Y cuando les llevé el aparato, me dijeron que no podían darme el código. Y de manera oscura teclear la clave y me dijeron: ‘ahí está, diputado’. Así fue, yo no sé la contraseña”, dijo Riggs Baeza.
Estos diputados de oposición a Morena seguirán sin confiar en estos celulares. Así, Riggs Baeza prefiere seguir asistiendo a San Lázaro, mientras no se contagie de COVID-19. Y no usará el teléfono. Lo mismo harán las bancadas del PRI y del PRD, según algunos diputados que hablaron con el periódico El Universal. Pero prefieren mantenerse anónimos.
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