La información enviada por la sonda Dawn de la NASA, que estudió a Ceres, reveló la presencia de agua salada en el interior del planeta enano
Morelia, Michoacán, a 12 de agosto de 2020.- El planeta enano Ceres está localizado en el cinturón de asteroides. Mismo que se ubica entre los planetas Marte y Júpiter.
La sonda Dawn, enviada por la NASA a Ceres para estudiarlo, ha terminado su misión. Lo último que pudo recopilar fue información sobre el cráter denominado Occator, el cual está en el referido planeta enano.
Según se presupone, Occator es un cráter formado por un impacto que Ceres sufrió hace unos 20 millones de años. Tiene alrededor de 90 kilómetros de diámetro. Gracias a la información recolectada por la sonda Dawn, ahora se sabe que Ceres no es un cuerpo rocoso completamente sólido. Se trata, más bien, de un mundo oceánico.
Así, el análisis de la información enviada por la sonda Dawn demostró que la corteza de Ceres es muy porosa. Del mismo modo, en el cráter Occator, se descubrió que dicha porosidad disminuye a medida que aumenta la profundidad del cráter. Esto es debido, según se especula, a que la roca se mezcla con la sal descubierta en el planeta enano. Y es que se detectaron cambios de densidad consistentes con un reservorio profundo de salmuera.
De acuerdo con la evidencia reunida por la sonda Dawn, se muestra la presencia de agua subterránea en Ceres. La cual tiene una alta concentración de sales. Esto coloca al planeta enano entre los denominados “mundos oceánicos”. Dichos mundos son el otro planeta enano, Plutón, así como las lunas Europa, Ganimedes, Calisto, Titán, Mimas y Encélado.
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