Huye del país Tomás Zerón, involucrado en caso Ayotzinapa

Tomás Zerón, extitular de la Agencia de Investigación Criminal de la extinta PGR, ya cuenta con orden de aprehensión por el caso Ayotzinapa

Morelia, Michoacán, a 30 de junio del 2020.- A petición del gobierno mexicano, la Interpol emitió ficha roja para localizar y detener a Tomás Zerón de Lucio. Zerón fue el encargado de la investigación de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. Lo cual sucedió en septiembre de 2014. Lideró la investigación como titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), de la entonces Procuraduría General de la República (PGR).

El exfuncionario, quién es buscado desde el pasado mes de marzo, huyó del país. Ahora tiene orden de aprehensión. Esto al igual que otros 45 servidores públicos de diversos municipios de Guerrero. A quienes se les acusa por los delitos de delincuencia organizada y la desaparición forzada de los 43 estudiantes en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014.

Así lo dio a conocer Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República (FGR). Este martes, Gertz Manero informó que ayer solicitó ante un Juez de Distrito de Procesos Penales Federales las 46 órdenes de aprehensión. Esto porque los indiciados no habían sido ni investigados, ni judicializados en las diligencias, en su momento, por parte de la Procuraduría General de la República.

Se acabó la “verdad histórica”

Este martes, el Fiscal informó sobre los avances en el caso Ayotzinapa. E incluso aseguró que, con las nuevas evidencias, se terminó en definitiva la llamada “verdad histórica”. Con ese nombre se conoció a la versión de los hechos presentada por el gobierno de Peña Nieto.

Tomás Zerón de Lucio es considerado uno de los autores de esta versión. Según la “verdad histórica”, los 43 normalistas fueron detenidos por policías municipales de Iguala. Dichos agentes estaban presuntamente coludidos con el crimen organizado. Después de llevarse a los jóvenes, según la “verdad histórica”, los policías los entregaron a la delincuencia. Los normalistas fueron finalmente llevados al basurero de Cocula donde, según se decía, una mayoría de ellos habrían sido asesinados y sus cuerpos calcinados. Hoy esta versión se considera severamente cuestionada.

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