El Padre Goyo le brinda refugio y sustento a los más desamparados de la región de Apatzingán
Apatzingán, Michoacán, 14 de abril del 2020.- La ciudad de Apatzingán, en el corazón de la Tierra Caliente de Michoacán, lleva por largo tiempo enfrascado en una guerra de grupos delincuenciales; lo cuál al cabo de los años a generado una región donde reina el miedo,la delincuencia y la marginación.
” Apatzingán, por la cuestión de la droga, estaba convertido en un basurero humano”, Nos comenta el presbítero, ” todos las carteles han utilizado a los chicos (indigentes) como cocineros (de droga) y una vez que no les sirven los han desechado (asesinados) y nos hemos dado a la tarea de juntarlos a todos, hombres y mujeres en condición de calle; nuestro objetivo era darles comida, casa, vestido y sustento”.
El proyecto ha ido cambiando y transformándose de acuerdo a las necesidades; ha sido necesario implementar terapias psicológicas, capacitación laboral, charlas de prevención del delito y dotar de documentos de identificación; la gran mayoría de los que viven en la calle no cuentan con acta de nacimiento o algún otro documento.
El albergue “Una Luz de esperanza” tiene una población muy amplia desde niños hasta gente de la tercera edad; ” Tenemos de todas las edades” nos dice el Padre, ” desde gente ya adulta hasta niños, tenemos un niño de 14 años, la mayoría esta entre 30 y 50, chavos con un potencial humano pero que eran los mejores cocineros y ellos mismos lo dicen, chicos que estaban en la nube y que han probado todo tipo de drogas”.
Desde el punto de vista del Padre Goyo, la falta de trabajo es el caldo de cultivo para la delincuencia,” Donde falten fuentes de trabajo, va haber hambre, va haber indigencia… hoy que no hay fuentes de trabajo, hay gente que anda mendigando por cien pesos el día y con eso no la libra con siete chiquillos” para presbítero hay una única solución, ” tener una plataforma de promoción del campo”.